Maskawa compartirá el Nobel con Makoto Kobayashi, junto a quien estableció el origen de la ruptura de la simetría, un fenómeno que había descubierto unos años antes (en 1960), Yoichiro Nambu, el tercer receptor del Nobel de Física de este año.
Los trabajos de estos científicos, los tres japoneses aunque Nambu nacionalizado estadounidense, han permitido demostrar científicamente la asimetría del universo. Tras el Big Bang hace 14.000 anos, se liberó materia y antimateria, en teoría a partes iguales, pero gracias a esa ruptura espontánea de la simetría, había un poco más de materia.
Gracias a esa “ligerísima desviación” el universo existe tal y como es, explicó con pasión Maskawa, ya que si no se hubiera roto entonces la simetría, materia y antimateria se habrían aniquilado mutuamente y de ese encuentro simétrico sólo habría quedado radiación.
Maskawa y Kobayashi pudieron demostrar el origen de este fenómeno al establecer que hay al menos tres familias de quarks –la partícula que forman la materia junto a los leptones– en la naturaleza, es decir tres pares, lo que hacen un total de seis frente a los cuatro conocidos anteriormente.
En cada una de las familias hay un quark y un antiquark, idénticos, que pueden intercambiarse una y otra vez pero si se dan las condiciones necesarias entonces hay una ruptura de esa simetría y los cálculos de los dos científicos establecen las probabilidades de cuándo esos cambios se pueden producir.