En este día, cada atracción costó la mitad de lo que cuesta habitualmente, es decir, si normalmente cada atracción cuesta tres euros, ayer costó la mitad, un euro y medio.
La reducción del precio a la mitad hizo que numerosos padres se acercaran a montar a sus niños en diversas atracciones; en especial, los niños pedían como casi todos los años las clásicas atracciones del coche que choca o saltamontes, entre otros.
No obstante, la crisis económica también se ha dejado ver estos primeros días en la zona de los cacharritos de feria; además, por otra parte, los padres se quejan de que las atracciones están un poco alejadas del recinto ferial propiamente dicho,y a esta petición se han unido los responsables de las atracciones, que se quejan que cada año que pasa, cada vez menos niños vienen a acercarse, con las consiguientes pérdidas económicas que tienen, y esto, unido a la crisis, hace que muchos se replanteen si le es rentable continuar.