David Guerrero Guevara es conocido como "el niño pintor de Málaga" desde que, con 13 años, desapareciera en 1987 sin dejar rastro, y el documental "La exposición", que se presentará en el Festival de Málaga fuera de concurso, aborda ahora su vocación y su precocidad artística.
Su director, David Moya Algaba, explica en una entrevista con EFE que siempre ha tenido "muy presente" esta historia al haber estudiado primero de EGB en el mismo colegio malagueño que David y sus hermanos, y le había "llamado la atención" su educación artística.
Desde que empezó a dedicarse al audiovisual, llevaba años madurando la idea de hacer un documental sobre David, "pero no sobre el caso, sino con un acercamiento a él".
Cuando supo en 2018 que se iba a inaugurar una exposición en Málaga con algunos de sus cuadros y dibujos, vio que era la oportunidad de conocerlos y de acercarse a su familia, según el director, que no quería rodar un documental más sobre la investigación policial de la desaparición y las principales pistas.
"Buscas en Google y sale toda la información, alguna que está bien contrastada y también un montón de sensacionalismo. Con eso pensaba que no iba a contar nada nuevo, y además no era lo que yo quería, ni tampoco iniciar una investigación por mi cuenta para ver qué averiguaba", explica.
Por el contrario, deseaba acercarse "a ver lo que dibujaba y pintaba David", pese a que en algún momento del documental también pone "en contexto" la desaparición y alude a los principales hitos de la investigación policial.
Al conocer a los familiares, que "a veces no han quedado demasiado contentos con el tratamiento del caso en algunos medios de comunicación", Moya Algaba descubrió "que la vocación artística de David era compartida y practicada también por sus hermanos, Raúl y Jorge".
Ambos, como su madre, Antonia, "son personas normales a las que les pasó esto, pero llevan una vida absolutamente normal y alejada del famoseo o de cualquier connotación que tenga que ver con eso, porque no es una historia para aprovecharse en beneficio propio y son muy cuidadosos con esto".
El hilo conductor a lo largo del documental es la restauración de un dibujo de David por parte de su hermano Raúl, que relata recuerdos mientras recupera el color de esa obra sobre su viaje de fin de estudios a Portugal.
"Mediáticamente, a David se le considera el artista de la familia, y sus hermanos consideran que era un artista en ciernes. Raúl hace lo que puede y dice que el más artista de la familia es Jorge, pero Jorge dice que no... El documental reflexiona sobre la condición de artista", apunta Moya Algaba.
El director ha contado durante todo el proceso con los dos hermanos, a los que les ha "consultado sobre ciertos enfoques" y ha querido ser "muy cuidadoso con cómo ellos se sentían representados".
Ahora, Raúl y Jorge han podido ver el documental y están satisfechos con el resultado final por haber podido decir "lo que ellos querían", después de muchos años en los que se trataba el caso en algunos medios "apuntando siempre al mismo sitio, el del dolor".
Moya Algaba está "muy ilusionado" por el hecho de que el documental se pueda ver por primera vez en el Festival de Cine en Español de Málaga, que "es su sitio natural de estreno, por la historia que es y porque es una película que se ha hecho aquí", y ahora aspira a que "se vea lo máximo posible".
