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Estepona

La lluvia impidió que La Borriquita saliera en procesión por las calles de Estepona

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No ha comenzado bien la Semana Santa en Estepona. Este Domingo de Ramos será recordado por la decepción, la tristeza, la frustración, los llantos...

Y es que la Hermandad del Amor no pudo salir en la procesión de la Triunfal Entrada en Jerusalén  y Nuestra Señora de la Paz. El desfile procesional de los más pequeños se quedó a las puertas. A las cinco y cinco de la tarde comenzaban a salir de la Parroquia Nuestra Señora del Carmen los niños, vestidos de hebreo, con faraona y túnica blanca y cíngulo morado, que portaban las tradicionales palmas.

Pero unos minutos más tarde comenzaban a caer las primeras gotas y todo el mundo miraba el cielo. La Junta Directiva decidía esperar, porque la lluvia se iba haciendo más persistente. Llegó un momento en que era tan intensa que la parroquia acabó siendo ocupada por la mayoría de las personas que habían acudido a ver la procesión. Fuera, otros tantos que portaban paraguas. A las cinco y media de la tarde, el Hermano Mayor, Antonio Villalón, anunciaba que se esperaría hasta las seis para tomar la difícil decisión de salir o no en procesión.

Llegado el momento, continuaba lloviendo, y la Junta Directiva, decidía mantener a las imágenes en la Parroquia. Una decisión que desencadenó lágrimas entre los más jóvenes, desolados después de verse truncada su ilusión de salir en procesión. Antonio Villalón destacaba que "nosotros teníamos el trabajo hecho, si no podemos sacar nuestras imágenes en procesión es porque ellos no quieren salir. Por algo será. No podemos hacer nada" y recordó que la decisión se toma "para proteger nuestro patrimonio" ya que se temía un deterioro importante de las imágenes como consecuencia de las precipitaciones.

En definitiva, un comienzo triste para el mundo cofrade, que estará toda la semana mirando al cielo. Hay que recordar que las hermandades del Amor y la Veracruz llevan dos años consecutivos sin poder salir a procesionar el Jueves y Viernes Santo, por lo que las ganas de hacerlo son más intensas aún de lo habitual.

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