El precio de la gasolina y del gasóleo ha proseguido esta semana su tendencia bajista y se ha abaratado un 1,7%, alejándose aún más de los máximos anuales que tocó a finales de octubre.

En concreto, el precio medio del litro de gasolina ha encadenado su sexto descenso consecutivo, tras abaratarse un 1,77% esta semana, situándose en los 1,272 euros, su nivel más bajo desde finales de abril, según datos del Boletín Petrolero de la UE recogidos por Europa Press.

En el caso del precio del litro de gasóleo, cuya tributación prevé encarecer el Gobierno en 2019, esta semana ha sumado su cuarta caída consecutiva, tras experimentar un descenso del 1,76%, para situarse en los 1,225 euros, su precio más barato desde finales de julio.

De esta manera, ambos carburantes se alejan algo más de los records anuales, y máximos desde finales de 2014, que habían tocado a mediados de octubre tras la espiral alcista en la que entraron desde agosto al calor de la subida en los precios del crudo.

Este jueves el precio del barril de crudo Brent, de referencia en Europa, cotizaba por debajo de los 58 dólares, cinco dólares menos que hace una semana, mientras que el Texas americano se intercambiaba a 50 dólares, casi cuatro dólares menos que hace siete días.

Las tensiones geopolíticas, así como el enfrentamiento entre el presidente estadounidense, Donald Trump, y la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) han llevado en las últimas semanas este precio del crudo a la baja.

No obstante, el abaratamiento registrado en las últimas semanas por los carburantes no impide que sus precios acumulen un encarecimiento de casi el 2,4%, en el caso de la gasolina, con respecto a principios de año, y de más de un 6,8%, en el gasóleo.

MÁS BARATA EN ESPAÑA QUE EN LA UE.

A pesar de las subidas experimentadas en los últimos meses por la gasolina y el gasóleo, la gasolina es más barata en España que en la media de la UE y la zona euro, donde el precio medio de venta al público del litro de combustible Euro-Súper 95 se sitúa en 1,428 euros y 1,478 euros, respectivamente, mientras que el litro de gasóleo cuesta 1,390 euros tanto en la media de la UE como en la eurozona.

El menor nivel de precios finales con respecto a los países del entorno se debe a que España, pese a las subidas del IVA, a los mayores impuestos y a los gravámenes al biodiésel, sigue contando con una menor presión fiscal, en general, que la media comunitaria.