España ha integrado a los inmigrantes y su diversidad de manera "modélica" y es un "ejemplo" para el mundo, asegura Miguel Ángel Moratinos, que a partir de enero será el nuevo Alto Representante de la ONU en la Alianza de Civilizaciones.
"Yo no digo que todo sea perfecto, pero sí que, comparando con otros países europeos, en el nuestro las comunidades extranjeras viven y gozan de un estatus y una satisfacción e integración bastante buena", señala Moratinos en una entrevista con Efe.
Ese es "el modelo que tenemos que ir construyendo juntos a nivel europeo y nacional", añadió el exministro de Exteriores, que sustituirá al catarí Nassir Abdulaziz Al-Nasser al frente de la institución de la ONU cuyo objetivo es fomentar el diálogo entre diferentes culturas para prevenir los conflictos y construir la paz.
Para Moratinos, la sociedad española ha demostrado ser "solidaria" y un "ejemplo" de cómo abrazar la "multiculturalidad", ya desde el periodo de convivencia vivido en Al Andalus.
Esa multiculturalidad, ha subrayado, es hoy un "elemento fundamental" en un mundo que vive en plena transformación.
A su juicio, la coyuntura global es "aún más compleja" que cuando en 2004 el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero propuso crear la Alianza de Civilizaciones, que luego fue asumida por Naciones Unidas y que en la actualidad cuenta con un Grupo de Amigos compuesto por 89 países y 17 organizaciones internacionales.
Entonces, el foco estaba en la relación entre Occidente y las sociedades árabe-musulmanas, tras atentados yihadistas como los del 11M en Madrid.
"Hoy día, la globalización ha desvelado que hay otras identidades, otras civilizaciones, que también forman parte del entramado y del cruce de problemas y por tanto hay que ampliar el círculo de la Alianza", ha explicado.
"Hay que entender que estamos en un mundo diverso y contradictorio y en un mundo en profundo cambio", ha insistido Moratinos, que ha opinando que este presente "confuso, caótico, complejo y enfrentado" es fruto de una época de "transición".
Ante esa situación, "la Alianza puede desempeñar un papel mucho más activo y mucho más real".
"Hay que dejarse de grandes declaraciones", ha apuntado el exministro, que quiere ver resultados "sobre el terreno" y atacar las "raíces" de los conflictos, entre las que destaca la pobreza, la discriminación y los malentendidos religiosos y culturales.
Moratinos asume que la Alianza de Civilizaciones no estará nunca de forma habitual en los titulares de prensa, pues apuesta por una diplomacia blanda y a "medio y largo plazo", aunque reconoce que el proyecto ha tenido "falta de visibilidad" en los últimos años.
Según recuerda, la iniciativa "tuvo un gran éxito cuando se lanzó", logrando el respaldo de una mayoría de los países del mundo, pero sigue siendo poco conocida y encontrándose con cierto escepticismo.
Para cambiar esa situación, el nuevo alto representante cree que en esta "nueva etapa" habrá "que salir a la calle" y hacer que los ciudadanos "se beneficien" del trabajo de la Alianza.
Como ejemplo, Moratinos quiere llegar al nivel municipal para que "las áreas urbanas más conflictivas" tengan una "guía de actuación" para aplicar las recomendaciones de la Alianza.
Además, entre sus primeras medidas concretas, prevé incluir el refuerzo del papel de la mujer como uno de los pilares de la institución.
"Hoy día no podemos llevar a cabo ningún tipo de mediación, ni de solución, ni de entendimiento de esta dialéctica multicultural sin el papel de las mujeres", asegura.
El exministro de Exteriores quiere también impulsar debates regulares en Ginebra sobre grandes cuestiones, empezando por uno con periodistas sobre el papel de los medios a la hora de actuar con responsabilidad y, por ejemplo, frenar los mensajes de odio.
Según recuerda, el lenguaje tiene fuerza y es capaz de desencadenar reacciones negativas para la convivencia internacional.
En ese sentido, preguntado por los mensajes discriminatorios y xenófobos de algunos líderes internacionales, asegura que la Alianza tiene que "reaccionar" y hacer que al menos "se escuchen otras voces".
El nombramiento del exministro español fue hecho oficial este martes por el secretario general de la ONU, António Guterres, quien defiende que la Alianza de Civilizaciones es hoy más necesaria que nunca.
Moratinos ha agradecido su confianza tanto a Guterres, como al Gobierno de Pedro Sánchez y al ministro de Exteriores, Josep Borrell, pero también a su predecesor, Alfonso Dastis, por impulsar su candidatura.
En ese sentido, ha confiado en que su presencia al frente de una iniciativa con "ADN español" como la Alianza de Civilizaciones beneficie al país y haga que "todos los partidos políticos" trabajen en favor de los objetivos de la institución.
"En definitiva, que podamos ir, caminar juntos, en lo que debe ser un entendimiento entre culturas, religiones y civilizaciones para crear un mundo mejor", ha señalado.