En un discurso ante la Asociación Nacional de Gente de Color (Naacp, por su sigla en inglés) en Nueva York, al conmemorarse el 45 aniversario de la Ley de los Derechos Civiles, Obama dijo que algunos piensan que la discriminación ya no existe en el país.
“Pero no se equivoquen: el dolor de la discriminación todavía se siente en Estados Unidos”, añadió.
Obama, el primer presidente negro de Estados Unidos, señaló que la discriminación la sufren “las mujeres afro americanas a quienes se paga menos por hacer el mismo trabajo que sus colegas de raza y género diferentes”.
También la sufren los latinos nacidos en EEUU a quienes “se les rechaza en su propio país, y los musulmanes estadounidenses mirados con sospecha por arrodillarse para orar y nuestros hermanos y hermanas homosexuales, víctimas de escarnio, atacados y a quienes se les niegan sus derechos”.
El presidente indicó sin embargo que los prejuicios y la discriminación no son las mayores barreras para conseguir la igualdad de oportunidades.
“Las barreras más difíciles incluyen las desigualdades estructurales que ha dejado nuestro legado de discriminación: desigualdades que todavía agobian a demasiadas comunidades y que con frecuencia son objeto del olvido nacional”, manifestó el presidente de EEUU.