Ecologistas en Acción ha estado trabajando en un análisis de la situación del río Guadalete durante casi medio año...
Ecologistas en Acción ha estado trabajando en un análisis de la situación del río Guadalete durante casi medio año. Diversos grupos de trabajos, integrados por un puñado de voluntarios, armados con papel y bolígrafo y cámara de fotos han estado recorriendo el río a lo largo de todo su recorrido, anotando y fotografiando cuantas incidencias eran dignas de ello, desde las barbaridades denunciables social y puede que -muchas de ellas, judicialmente incluso-, hasta los lugares de interés por su valor paisajístico, porque siguen casi vírgenes en estos momentos o, sencillamente, por su belleza.
Ha sido un trabajo paciente, de paseo por sus riberas para recorrerlas palmo a palmo (donde se puede, hay kilómetros invadidos por particulares con cercados ilegales), y de no menos paciencia, más tarde, para transcribir y dar forma a las miles de anotaciones registradas en fichas elaboradas en el campo.
El resultado de todo ello en la provincia, que es el que nos ocupa: un documento de 200 páginas, con 17 mapas de otros tantos tramos en los que se dividió el río para su estudio, con 2.500 fotografías. Un trabajo de un valor ciertamente incalculable, no tanto porque es fácil pensar que si cualquier administración se lo hubiese encargado a una empresa de consultoría le hubiese costado unos pocos de miles de euros, sino porque ha sido realizado a conciencia, sin tener que responder a los intereses de ningún color político, sin tener que demostrar nada ni a priori ni a posteriori, sin deberse a ninguna disciplina, sin tener que disculpar o premiar la gestión de nadie... simplemente, pensando en el interés general y en mostrar sin filtros ni velos de ningún grosor cuál es la realidad del Guadalete en noviembre de 2008.
Y el Guadalete, en general, está mal. Algo que ya sabíamos porque, sin ser un experto, sin analizarlo en profundidad, se intuye con sólo acercarse a su cauce en casi cualquier punto. Con la presentación pública el viernes por la noche de este documento, que se entregó libremente a quien asistió, cualquiera podrá apreciar cuánto mal está el río y calcular cuánto trabajo queda por delante para recuperarlo. Ya no cabe alegar desconocimiento. Hay que actuar y la crisis no sirve como excusa para seguir impasibles.