At. Madrid 0
Orihuela 0
—At. madrid—Coupet; Seitaridis, Pablo, Domínguez, Pernía; Camacho; Luis García (Maxi Rodríguez, m. 70), Banega (Simao, m. 76), De las Cuevas (Maniche, m. 59); Forlán y Sinama Pongolle.
—Orihuela—Burgada; Pablo, Benja, Guereñu (Pereira, m. 71), Fleky (Inarejos, m. 63), Kily; Martínez (Brenes, m. 59), Navarro, Villa; Tevenet; y Espadas.
Árbitro: Turienzo Álvarez (C. Castellanoleonés). Amonestó al local Miguel de las Cuevas (m. 28) y al visitante Benja (m. 84).
Incidencias: Partido de vuelta de los dieciseisavos de final de la Copa del Rey, disputado en el estadio Vicente Calderón ante unos 10.000 espectadores.
Un gris Atlético de Madrid superó el trámite del partido de vuelta de los dieciseisavos de final con un empate sin goles, un castigo merecido para el decepcionante choque del equipo rojiblanco, incapaz de ganar al Orihuela, de Segunda B, y que jugó al filo de la prórroga durante los noventa minutos.
El 0-1 del encuentro de ida, hace quince días, tuvo un valor incalculable en el duelo del Vicente Calderón, en el que los madrileños, sin muchos de sus futbolistas habituales en el once, acumularon fallos sobre la portería rival y acabaron pidiendo la hora, cuando el francés Coupet salvó el 0-0 en el descuento.
Aunque estaba alertado por la primera sorpresa de la Copa del Rey, protagonizada por el Real Unión de Irún en el Santiago Bernabéu, el Atlético se diluyó con el paso de los minutos. Salió metido en el encuentro y mandó ante un rival colocado, pero sin un fútbol convincente, sin goles y con el enfado de la grada.
El equipo madrileño jugaba a medio gas, sin chispa y excesivamente impreciso, al mismo tiempo que el Orihuela ya se veía capaz de acercarse con algo de peligro.
Un contragolpe del conjunto alicantino, en el que el guardameta salvó el 0-1 con una salida rápida ante la amenazante presencia en el mano a mano de Luis García Tevenet, primero, y Espadas en el posterior rechace. Un aviso serio para el Atlético, despedido con pitos en el descanso.
No cambió la dinámica en la reanudación. Ni siquiera lo hizo una ocasión de Sinama Pongolle,
Tampoco funcionó el Atlético en la segunda mitad, en la que vivió al filo de la prórroga, inimaginable antes del partido, pero aún posible para el Orihuela.
Tuvo la sentencia Forlán, a puerta vacía, pero ni por esas logró la tranquilidad hasta que el árbitro pito el final del partido.