“Entonces nosotros quisimos una de sus chicas como esposa para un chico de nuestra familia. Ellos no nos dieron la chica (Svegi, la novia, que murió en la matanza), sino que la entregaron a nuestros enemigos”, relató el detenido al diario Hurriyet.
Explicó a continuación que él y sus cuatro hijos entraron en la casa donde se celebraba el acto religioso para exigir su suspensión.
“Les advertimos de que sería terrible si no paraban la ceremonia. Ellos se negaron. Yo ni sé a cuánta gente matamos”, dijo Celebi.
En la noche del lunes, según testigos presenciales, cuatro o cinco individuos enmascarados asaltaron dos casas de Bilge, en la provincia de Mardin, en las que se habían congregado los invitados a una ceremonia de compromiso de la hija del jefe de aldea.
Durante 15 minutos los asaltantes dispararon sus armas contra los asistentes, causando la peor matanza entre civiles jamás registrada en el país.
Hasta ahora han sido detenidas ocho personas por la masacre, que querían matar a todos los asistentes.