Los tres expresidentes vivos de la democracia, José Luis Rodríguez Zapatero, Felipe González y José María Aznar, han sido los primeros en rendir homenaje ante el féretro de su antecesor Adolfo Suárez en la capilla ardiente instalada en el salón de Pasos Perdidos del Congreso.
Con una ligera inclinación de cabeza, y en fila de uno en uno, los expresidentes han pasado junto al ataúd, cubierto con la bandera de España, ante el resto de autoridades y la familia de Suárez, hijos, nietos y hermanos.
Tras ellos, el primer miembro del Gobierno en mostrar sus respetos ante los restos mortales de Suárez ha sido el ministro de Justicia, Alberto Ruiz-Gallardón, y a partir de ahí el resto del Gabinete, todos con una inclinación de cabeza.
Algunos de ellos, como Ruiz-Gallardón, Ana Pastor, Fátima Báñez, Jorge Fernández Díaz, José Manuel Soria y Ana Mato también se han santiguado ante el féretro.
Un gesto que también ha realizado el presidente del Congreso, Jesús Posada, cuando ha llegado su turno.
Han pasado también ante el féretro los presidentes del Consejo General del Poder Judicial, Carlos Lesmes, y del Tribunal Constitucional, Francisco Pérez de los Cobos.
El último en rendir homenaje solemne ante los restos mortales de Suárez ha sido el actual presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, junto a su esposa, Elvira Fernández, antes de los Reyes.
