Los embajadores de los veintisiete países comunitarios ante la UE discutieron el asunto en Bruselas y constataron, una vez más, que no hay una postura unitaria en el bloque sobre la clausura de las delegaciones diplomáticas.
Según fuentes europeas, lo que sí acordaron todos los Estados comunitarios es seguir compartiendo información y comunicando sus decisiones a sus socios.
El Gobierno español anunció hoy en Madrid que ha suspendido las actividades de su embajada en Damasco como "muestra de repulsa" por la represión, aunque el personal local seguirá trabajando en ella.
Según explicó España, dos funcionarios de su misión se incorporarán a la delegación de la Unión Europea para poder dar desde allí protección a los españoles que permanecen en Siria.
El cuerpo diplomático europeo ya se ofreció la pasada semana a acoger a diplomáticos de los países que optasen por cerrar sus delegaciones y hoy confirmó ese ofrecimiento en la reunión de embajadores celebrada en Bruselas.
Con su decisión de hoy, España se suma a la línea de los mayores países de la UE, que han apostado por cerrar sus embajadas.
Alemania lo hizo en enero, mientras que Reino Unido lo anunció el pasado jueves, un día antes que Francia, que aprovechó para dar a conocer su decisión en la cumbre de jefes de Estado y de Gobierno de la Unión.
En esa cita, el presidente francés, Nicolas Sarkozy, planteó la opción de que todo el bloque tomase una medida similar, una opción que un buen número de países rechazó al considerar que es necesario mantener una presencia sobre el terreno.
Esa opinión coincide con la de la UE, que dejará abierta su embajada para facilitar la atención a los ciudadanos europeos, continuar los contactos con la oposición y tener información de primera mano sobre lo que ocurre en Siria.
En paralelo, la Unión Europea tiene previsto seguir trabajando en nuevas sanciones diplomáticas y económicas mientras el régimen de Bachar al Asad no detenga la violencia.
Según fuentes comunitarias, sin embargo, aún es demasiado pronto para saber en qué consistirá concretamente la próxima ronda de medidas, que podría ser aprobada a finales de mes, en una nueva reunión de los ministros de Exteriores europeos.