Al menos quince milicianos kurdos han muerto este miércoles a manos del Ejército turco en una zona fronteriza del sureste de Turquía próxima a la frontera con Irak, según informaron fuentes de seguridad.
Por su parte, el presidente de Turquía, Abdulá Gul, ha asegurado que los ataques perpetrados este miércoles contra las milicias del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) en el sureste del país, que causaron la muerte de al menos 26 soldados, tendrán una respuesta "muy grande".