Tras visitar las instalaciones de Mercasevilla y Tussam, Zoido ha insistido en su apuesta por una “Tussam pública” y ha reiterado que “hará frente a todos los compromisos con la empresa sin aminorar las cantidades, como hacia el anterior Gobierno, para que en vez de tener la deuda el Ayuntamiento la tuviera Tussam”. “Vamos a ser serios y hacer las transferencias pactadas para que sea viable”, recalcó.
El primer edil explicó que Tussam cumplía con sus presupuestos, pero no así el Ayuntamiento “a la hora de mandarle el dinero comprometido”. Por eso, insta a equilibrar y gestionar optimizando los recursos, ya que “la mayoría de la deuda de Tussam viene por los gastos financieros que necesitaban, generados en parte por los intereses de la deuda al no recibir el dinero comprometido que ha aumentado la carga financiera”.
“Si se incorpora la deuda financiera se alcanza en torno a los 70 millones, pero no hace falta inyectar dinero para evitar la declaración de quiebra, sino recibir la cantidad de dinero de las transferencias acordadas”, añade.
Por otra parte, Zoido ha encargado a los servicios jurídicos de la empresa municipal de limpieza, Lipasam, que realice un informe sobre la “legalidad” de posibles cobros extraordinarios en la compañía, después de que la Cámara de Cuentas de Andalucía citara al exalcalde de Sevilla, Alfredo Sánchez Monteseirín, y al exgerente de Lipasam, Alfonso Mir, el 29 de septiembre con vistas a comunicarle el resultado de las investigaciones sobre Lipasam, dentro del procedimiento iniciado por el Tribunal de Cuentas.