Obama compareció ante la prensa en la Casa Blanca para asegurar, con un tono exasperado, que "no tenemos tiempo para este tipo de tonterías. Tenemos mejores cosas que hacer. Hace falta solucionar problemas mucho mayores y creo que es posible, pero tenemos que concentrarnos en eso, no en esta polémica".
La partida de nacimiento, firmada por el médico que atendió el parto, especifica que Obama nació en el hospital Kapiolani de Honolulu el 4 de agosto de 1961.
Ya durante la campaña electoral de 2008 había divulgado una copia simplificada del documento, que demostraba que había nacido en territorio estadounidense, un requisito imprescindible que establece la Constitución del país para poder ocupar la presidencia.
Pero la campaña soterrada que comenzó entonces con correos electrónicos anónimos que ponían en entredicho el nacimiento de Obama en Hawai y situaban su origen en Kenia, el país de su padre, nunca se extinguió.
Las afirmaciones del gobierno estatal de Hawai, que declaró públicamente la autenticidad del documento, no consiguieron disuadir a los "birthers" (nativistas), convencidos de que Obama ocupa la Casa Blanca de manera ilegítima.
Tampoco les persuadió el hecho de que en agosto de 1961 los periódicos hawaianos publicaran el anuncio del nacimiento del pequeño Barack Hussein Obama, lo que hubiera implicado que hace cincuenta años ya había un complot para llevar a ese recién nacido a la Casa Blanca.
La polémica, sin embargo, había entrado en una etapa de letargo, en particular después de que numerosos dirigentes republicanos reiteraran que Obama, efectivamente, nació en Hawai.
Pero volvió a cobrar fuerza las últimas semanas después de que el millonario, figura televisiva, protagonista de la prensa del corazón y hábil manipulador de los medios Donald Trump comenzara a coquetear con la posibilidad de presentarse a las elecciones presidenciales del año próximo.
Trump volvió a poner en duda que Obama hubiera nacido en territorio estadounidense, y en numerosas entrevistas y declaraciones se preguntó por qué el presidente no había divulgado la copia completa de su certificado de nacimiento.
Según declaró hoy el portavoz de la Casa Blanca, Jay Carney, Obama decidió finalmente divulgar esa copia al considerar que esa polémica se había convertido en un "espectáculo" perjudicial para EEUU y que no beneficiaba "un debate político sano".
Según el director de Comunicación de la Casa Blanca, Dan Pfeiffer, Obama solicitó la semana pasada dos copias oficiales completas de su partida de nacimiento al gobierno de Hawai.
Aunque ese estado normalmente sólo emite documentos abreviados, suficientes para trámites normales como la obtención de un pasaporte o un permiso de conducir, en esta ocasión autorizó una excepción y las copias llegaron el martes a la Casa Blanca.
En una primera reacción, Donald Trump se atribuyó en una rueda de prensa el mérito de haber obligado a la Casa Blanca a divulgar el documento completo.
Según Trump, "es bastante sorprendente que se materialice de repente (...), pero espero que sea verdad. Tendremos que echarle un vistazo".
Aun así, si la Casa Blanca esperaba acallar la polémica, el millonario ya ha afirmado que si no es ésa, será otra.
La próxima puede ser la autenticidad de los estudios universitarios de Obama en Columbia y Harvard, dos de las 'alma mater' más prestigiosas de Estados Unidos.
Lo primero que ha hecho Trump tras sus declaraciones sobre la copia de la partida de nacimiento ha sido reclamar los certificados de estudios del presidente.
"Según lo que he leído, era un estudiante terrible (...). He oído que en Columbia no era muy buen estudiante. Y le admiten en Harvard. ¿Cómo se puede acabar en Harvard si no eres un buen estudiante?", se preguntó el multimillonario.