Los radares repartidos por toda España ascendían el pasado año a 2.820 (2.010 fijos, 400 de semáforo, 167 de tramo y 243 de cinturón y móvil), lo que supone un incremento del 7 % respecto al ejercicio anterior.
Son datos del II Observatorio de Radares en España que destaca que Cataluña, Andalucía y Castilla y León continúan siendo las tres comunidades autónomas con más radares de tráfico, ya que juntas copan la mitad de todos los que hay en las carreteras españolas.
Los 2.820 radares sitúan a España en niveles similares a países de nuestro entorno como Francia o Italia, ha asegurado a EFE Gregorie Destre, director general de Coyote, la empresa que elabora el informe y que comercializa en varios países europeos la información sobre radares y puntos negros de siniestralidad, bien a través de un dispositivo o de una aplicación para teléfonos móviles.
Por comunidades autónomas, Cataluña, con 700 radares, se sitúa a la cabeza, seguida de Andalucía, con 361, y de Castilla y León, con 324.
País Vasco incrementa notablemente sus radares con la instalación de 20 nuevos y con un total de 222 adelanta a Madrid (205) en el cuarto puesto.
Les siguen Comunidad Valenciana (180), Galicia (172), Castilla-La Mancha (134) y Aragón (106) como las comunidades con más de 100 radares. A continuación, se encuentran Asturias (80), Baleares (71), Extremadura (66), Navarra (57) y Canarias (52).
El informe también recoge los kilómetros de carretera y el número de radares localizados en cada provincia.
Barcelona lidera este ránking con 2031 kms de carreteras donde se han contabilizado un total de 438 radares, lo que arroja una media de un radar por cada 4,63 kms.
A continuación se sitúan Girona con un radar cada 10,76 kms, Alicante, con uno cada 10,96 kms y Madrid que presenta un radar cada 12,47 kms.
La tasa de mortalidad de España está entre las más bajas de Europa, aunque en 2022 se produjeron 1.042 siniestros mortales en los que fallecieron 1.145 personas. Esto supone un 4 % más de fallecidos que en 2019, año de referencia.
Con el fin de disminuir estos datos de siniestrabilidad, la Dirección General de Tráfico está reforzando el número de radares en las carreteras, ha señalado Dreste.
Así, además de la instalación de 70 nuevos radares móviles, habrá mayor vigilancia de los excesos de velocidad, utilizando coches camuflados y se va a prestar una atención específica en los radares de tramo.
Estos últimos son "más difíciles de engañar" porque calculan la velocidad media en un tramo bastante largo, lo que impide sortear a los conductores que pisan el freno cuando ven un radar y luego aceleran, por lo que cumplen su cometido, ha explicado.