Coincide ligeramente la idea del tipo de la comparsa con la de Jesús Bienvenido, aunque en el caso de los chiclaneros son gorriones y no ratas los que se enfrentan al acuciante problema de la vivienda en la ciudad. Llegan sin pretensiones y desintoxicados del veneno de la competición, según nos cuentan en el primer pasodoble. Para Manuela, madre y abuela, va la segunda letra. Una anciana a la que ahora quieren echar de su casa. No termina de sonar compacto el grupo. Los cuplés van para un cine nuevo que han puesto en El Puerto y para la moda de cantar fuera de los tanatorios. Popurrí reivindicativo, en línea con el tipo.
Lo mejor El afán reivindicativo del repertorio y la intención del primer pasodoble
Lo peor Los detalles del tipo son algo pobres, faltan unas cuantas plumas más ahí