El piloto francés Stéphane Peterhansel (Peugeot) se adjudicó, en coches, la quinta etapa del Dakar y se afianzó como líder del rally
El piloto francés Stéphane Peterhansel (Peugeot) se adjudicó, en coches, la quinta etapa del Dakar y se afianzó como líder del rally, mientras que su compatriota y compañero Sébastien Loeb (Peugeot) abandonó la carrera por problemas físicos de su copiloto tras sufrir un golpe.
Peterhansel, ganador de las dos últimas ediciones del Dakar, logró terminar los 268 kilómetros cronometrados de la quinta etapa en 2 horas, 51 minutos y 19 segundos, con lo que aumentó su ventaja respecto a sus perseguidores más directos.
Su primer rival era Loeb, que tuvo que retirarse del rally después de que su copiloto, Daniel Elena, se golpeara al caer a un hoyo con el vehículo, mientras que el español Carlos Sainz (Peugeot), tercero en la general, terminó hoy en la cuarta posición, a más de 18 minutos de Peterhansel.
En segundo lugar quedó el holandés Bernhard Ten Brinke (Toyota), a 4 minutos y 52 segundos, mientras que tercero fue el sudafricano Giniel De Villiers (Toyota), a 12 minutos y 47 segundos.
La quinta etapa, la última que se desarrolla íntegramente sobre territorio peruano, partió de la localidad de San Juan de Marcona para terminar en la ciudad de Arequipa, con las motos y quads por una ruta distinta a los coches y camiones.
Eso hizo particularmente difícil la labor de Loeb, que se vio forzado a abrir ruta al ser el primero en partir de todos los vehículos después de haber ganado la etapa de este martes, sin poder valerse de las huellas de las motos, que no pasaron primero por ese sector.
Eso hizo que el francés sufriera graves dificultades en las dunas de Tanaka, un sector de arena muy fina y blanda, donde al inicio de la etapa se quedó atrapado durante más de veinte minutos, antes de que ocurriera el percance con su copiloto.
Loeb tiene previsto terminar la especial del día y no llegará al campamento de Arequipa, por lo que culminará así su tercera participación en el rally.
La etapa de hoy era la última sobre dunas en Perú y la más larga para los coches y camiones, con 934 kilómetros, pues tras los 268 kilómetros cronometrados le sigue un tramo de enlace de 666 kilómetros para dejar la arena atrás, adentrarse a la cordillera andina y tomar altura hasta llegar a Arequipa,.
Para este jueves, la sexta etapa dejará Perú y llegará a Bolivia en un recorrido hasta La Paz que tendrá la particularidad de que pasará a orillas del Titicaca, el lago navegable más alto del mundo, 3.800 metros sobre el nivel del mar.