Salvi propició una pequeña alegría para finalizar la temporada regular de un Cádiz CF que llega con luces y sombras a la fase de ascenso.
Tras una racha sin ganar que ya parecía eterna, el rapidísimo extremo consiguió ver portería para finiquitar con triunfo la liga.
El partido en Jaén ni tenía importancia ni tenía historia más allá que sumar algo de moral para afrontar la hora de la verdad. Y eso lo ganó el Cádiz, al contrario que sus tres posibles rivales, que perdieron la primera posición justo en esta última jornada.
Álvaro Cervera actuó con lógica y reservó a todos los apercibidos de sanción, además de algún futbolista básico en sus esquemas con el que no quiso arriesgar.
Por ello, el once titular estuvo plagado de no habituales y canteranos, quedándose incluso fuera de la lista final otro jugador del filial que había viajado como es Kalou.
De entrada, Sergio formaba pareja de centrales con Servando y Juanfran actuaba en el mediocentro junto a Abel Gómez. En el lateral zurdo, el chileno Pavez disfrutó de una nueva oportunidad, pero sufrió mucho ante los rivales, que justamente centraban sus ataques en esa banda.
Con poco interés discurría el partido en una jornada de radios para estar más pendientes de los posibles rivales que del Cádiz CF en sí.
Sin dueño, sin ocasiones
Un cabezazo del local Vitu y otro del central cadista Servando fueron las dos oportunidades más claras de los primeros minutos para cada bando.
También de cabeza, Despotovic rozó el gol con un buen remate que despejó el meta. El serbio todavía no sabe lo que es marcar con la camiseta amarilla por más que lo intenta, pero no tiene la pizca de suerte ni la puntería necesaria para conseguirlo,
La manija del partido parecía ser más dominada por los locales, pero el Cádiz ni sufría en defensa ni llegaba con claridad a la meta jiennense.
Con una oportunidad de Abel Gómez y dos saques de esquina casi seguidos arrancó la segunda mitad, en la que parecía mejorar el Cádiz.
Salvi anotó un gol que no subió al marcador por falta previa, pero en su siguiente oportunidad sí que marcó de forma válida (min. 70). Era el 0-1 que ya no se movería del marcador.
A partir de ahí, el Jaén se lanzó al ataque en busca de sacar algo positivo, pero se topó con varias paradas de alto nivel protagonizadas por Pol Ballesté, que aprovechó su oportunidad para poner las cosas difíciles a Cifuentes. Incluso pidieron un gol fantasma, pero el 0-1 no se movió.
