Otra exhibición de Rubén Castro frente al Mirandés fue suficiente para liquidar al conjunto burgalés. Dos goles del canario paliaron el nefasto nivel general del equipo y devuelven al Betis a los puestos de playoffs de ascenso a Primera División con mucho trabajo por hacer aunque esta vez, al menos, no encajó.
Velázquez dispuso un once de inicio similar al que puso en liza en Girona, con la única excepción de Alfred N’Diaye en el lugar de Xavi Torres una vez se confirmó durante la semana la lesión del medio catalán que le mantendrá fuera de los terreno de juego por un espacio de dos semanas.
Como suele ser habitual en cada partido del Betis en Heliópolis, el rival, en este caso el Mirandés, se volvió a sentir como en casa, pues al conjunto verdiblanco parece pesarle la grada del Villamarín.
Pese a los acercamientos al área visitante en os primeros minutos de encuentro, no hubo oportunidades claras a favor de los locales y sí del cuadro burgalés.
Primero Asier prácticamente en área pequeña cuyo disparo manso cayó en la manos de Adán y más tarde un cabezazo de Juanjo después de un lanzamiento de falta botado por Emilio Sánchez, pusieron en vilo a los presentes citados en el estadio de La Palmera.
El partido como tantos por parte del Betis, se había convertido en un espanto absoluto hasta que, como no podía ser de otra manera, el ‘24’ tuvo que salir al rescate tras un control de Enzo Renella y pase del franco-italiano que Rubén Castro solventaba ante la portería defendida por Sergio Pérez con la pierna izquierda en el minuto 28.
A punto estuvo el marcador de moverse de nuevo; primero como consecuencia de una ocasión de Foued Kadir que no fue gol de milagro y a continuación, un remate de Igor para el Mirandés aprovechando el enésimo fallo defensivo del equipo bético que, afortunadamente detuvo Adán.
A la salida de vestuarios, el partido continuó con la misma tónica. Una pitada sonora despedía a los futbolistas verdiblancos por la falta de juego en la primera mitad, algo que en la segunda no cambió.
Pero a falta de vistosidad colectiva, la individual no falló por segunda ocasión en la tarde. Y es que la ‘rica salsa’ canaria, puso nuevamente en pie el Villamarín al rematar en el minuto 55 con la cabeza por dos veces un centro de Casado poniendo Rubén Castro así tierra de por medio.
Alegría en Heliópolis y un Betis que se coloca cuarto clasificado en la tabla de la Liga Adelante con 12 puntos y al ariete canario a cinco tantos de erigirse como el máximo goleador de la historia bética.