La cabeza nunca estuvo en San Mamés. Mal partido de un Sevilla que se olvidó de la Champions para continuar soñando con una final europea que pasará por Mestalla.

Sorprendió Emery en el nuevo San Mamés dejando en el banquillo a Rakitic, Reyes o Vitolo, entre otros. Según se puede conocer, el croata solicitó descanso al técnico por acumulación de cansancio.
Arrancó bien el denominado como el duelo por la Champions para los nervionenses y es que a los 45 segundo, entre Gameiro y Bacca, se cocinaron la primera de la tarde en las botas del colombiano. Pero los leones golpearon primero. En el minuto 4, saque de esquina que lanza Susaeta que convirtió un gol olímpico con la estimable colaboración de Beto.

En el 11 rozó el empate el Sevilla en un saque de falta de Trochowski que se paseó por la meta de Iraizoz sin que Carriço ni Gameiro lograran remachar el cuero al fondo de las mallas. Fue clara.
Avanzaban los minutos sin un claro dominador sobre el terreno de juego, aunque es cierto que el Athetic tenía el control del reloj. Algún amago de contra era el único arma que el equipo de Emery intentaba sacar a relucir para acercarse a la meta rival. Con Bacca casi siempre como protagonista, explosivo en la arrancada, siempre erraba en el último pase. Mientras, los vascos intimidaban con una serie de lanzamientos desde fuera del área sin peligro.

Antes del descanso, Gameiro pudo igualar la contienda tras un gran control orientado que lo dejó solo ante Iraizoz, pero el meta estuvo ágil.

Salió algo más enchufado el conjunto hispalense en la reanudación, pero el efecto duró poco. En el 53, fantástica triangulación de los bilbaínos que acabó por rematar Muniain con una patada voladora en el segundo palo.

Ahí se acabó el Sevilla. Se esfumaba las opciones de Champions para comenzar a pensar única y exclusivamente en Valencia. Y eso que Emery quiso revertir la situación dando entrada a Rakitic y a Vitolo, pero ya era tarde. Más aún cuando en el 73 Ander Herrera terminó por sentenciar el duelo cabeceando en plancha un centro de Iraola. 3-0 y a otra cosa. Aunque el Sevilla se empeñó en no enterrarse con tanto tiempo por delante. Así, en el 79 Gameiro acortaba distancias tras el mano a mano ante Iraizoz. Quizás demasiado tarde, además provocando el cabreo de todo aficionado sevillista que seguía el partido por televisión que no entendía como su equipo no había salido a morder desde el primer minuto del encuentro. Y es que en los últimos compases mejoró y mucho, gracias sobre todo a la incorporación de un eléctrico Jairo.

Pero fue tarde. El partido llegaría al final con el claro triunfo bilbaíno y con más de media Champions atada. Por lo tanto, la longeva historia sevillista deberá seguir escribiéndose con letras de oro el jueves en Mestalla.

 

Emery: “Lo de hoy nos tiene que valer para Valencia”

Con suma claridad compareció el vasco tras la derrota. “Marcaron pronto y el gol les llevó el partido a su terreno”. Por su parte, hablando ya de Valencia dijo que “lo de hoy nos vale para sacar conclusiones muy muy claras para este jueves”.