No es cuestión de honradez, sino de tacto. Es lo que ha pensado la dirección verdiblanca tras las lúcidas palabras del guardameta Fabricio el pasado martes.
“No lo sé, no lo recuerdo y si pasó no lo quiero recordar, la temporada pasada es pasado y ahora sólo debemos centrarnos en el Valladolid”, decía el portero canario en los micrófonos de Canal Sur Radio en referencia a un posible amaño en el partido Gijón-Betis de la pasada campaña.
Estas frases no sólo han encendido el polvorín en las oficinas del Villamarín, sino que además han provocado que diversas instituciones investiguen dicho encuentro. Con lo que ello conllevaría a la entidad verdiblanca si fuera cierta esta cuestión.
De tal modo, el generoso Fabricio se ha borrado solo del equipo, en una semana donde estaba a debate la titularidad de la portería, que sin lugar a dudas va recaer en Casto, al menos hasta que el ex del Recreativo pida públicamente disculpas por dudar de sus compañeros.
Posiblemente, el canario, en un gesto de sinceridad, ha pretendido ser, como se dice en estos casos, legal. Pero la moralidad en el fútbol va por desgracia más allá de los apaños. Así que, mucho tendría que girar la tortilla para que Fabricio vuelve a disfrutar de la titularidad con el Betis.