El atleta español Ángel Mullera censuró este viernes la insistencia del Consejo Superior de Deportes (CSD) y el Comité Olímpico Español (COE) por evitar hasta última hora su participación en los Juegos Olímpicos de Londres y afirmó haberse sentido "como un perro", tras caerse en su serie y ser eliminado en la prueba de los 3.000 obstáculos.
Ángel Mullera cerró el círculo de dos semanas de infierno para él, foco de la prensa desde que el diario 'As' publicara que habría recurrido a un plan de dopaje, con EPO, para lograr la clasificación para Londres 2012, y que siguieron este viernes después de quedar el undécimo en su serie lastrado por una caída a la salida de un obstáculo.
"El portugués (Alberto Paulo) corría todo el rato por la calle 2, ha saltado muy mal el obstáculo, me ha tocado, se ha caído y me he caído. Creo que mis dos semanas no han sido las mejores de mi vida y ahora esto. En la carrera no iba nada mal, iba atrás porque se han amontonado mucho y quería ver los obstáculos. Pero he tenido la desgracia de caerme. He luchado, he seguido hasta el final. No era mi mejor día", explicó en la zona mixta del Estadio Olímpico.
Mullera seguía con el relato de lo que para él ha sido una pesadilla. "¿Afectarme? Si tienes sentimientos te tiene que afectar. Por muy frío que seas realmente te afecta muchísimo. Venía muy, muy bien desde Mataró. Hice 8.17, pero podría haber hecho menos de 8.15. Venía fresco, pero estas dos semanas han sido infernales", agregó.
El corredor de Lloret de Mar ha estado entrenándose estas dos semanas, a la espera del fallo del recurso del TAS y el informe último del Consejo Superior de Deportes que este mismo jueves desestimó el Comité de Competición de la RFEA. "He conseguido entrenar, pero hasta ayer a las 9 de la noche no sabía si iba a correr. Me quería aislar. No es la manera de preparar una Olimpiada. Se ha demostrado desde el martes que tanto el TAS como el COI me dejaron correr y no sé por qué han insistido. Realmente me he sentido como un perro", aseguró.
Mullera se enteró de que podía correr a las 21.00 horas de ayer por un 'sms' de su representante, Alberto Suárez, apenas unas horas antes del debut. "Me quedaba nada. No he dormido mal, pero no he estado como he querido. Llegué a las 6 de la tarde. Sin ropa, sin nada. El viaje me lo pagó la Federación, que no me ha tratado mal. Ellos me han dado el billete, la ropa. Nada más llegar tenía todo. En una carrera tan dura había que estar al cien por cien. Quizá tampoco tenía el día", dijo todo un torrente de palabras ante una nube de periodistas españoles.
"HE LLEGADO POR MI PADRE".
Además, la fortuna tampoco le acompañó en el sorteo, pues le tocó la peor de las tres series, la más rápida, ganada por el francés Mahiedine Meikhissi-Benabbad, con 8 minutos y 16 segundos. "Estas dos semanas han sido lo peor y me toca la peor serie, pero he luchado para cumplir un sueño. He llegado por mi padre, porque hacía 10 años que falleció y sólo pensaba en eso. Llega por él, llega por él. Y he podido ganar al alemán y al portugués. Me he marcado ese mini objetivo cuando he tenido la caída", relató
También tuvo críticas para el COE y el CSD, los organismos que, según él, le maltrataron. "Quién me ha tratado mal lo sabéis. Si hasta ayer a las 9 de la noche seguían y seguían. Imaginaos cómo me puedo sentir yo, un deportista que no he sido nada polémico y que un periódico divulgue cosas de mí y no cuente bien la historia, si no hubiera sido noticia. El CSD y el COE, por favor, si desde el martes el TAS y el COI dicen que puedo correr, no sé por qué han insistido", lamentó.
La historia ha sido mal contada, asegura, pues hubo una persona que se puso en contacto con él para ofrecerle dopaje. "Y yo no acepto nada de nada. Si hice 8.16, ¿para qué voy a necesitar cosas? ¿Para hacer 8.17? Estar en los Juegos es una experiencia, pero todo esto me hace más fuerte y, si me pasara alguna vez más, cruzo los dedos para que no me pase nunca más, se lo dejaré a mis abogados desde el primer momento, a mi representante, me aislaría de todo, apagaría el teléfono", subrayó.
"SOY UN LUCHADOR, QUE ME DEJEN EN PAZ".
En el futuro, el fondista se traza el objetivo de preparar el Campeonato de España, pues está convencido de que el expediente que se le abrió será revocado y quedará en papel mojado. "Soy un luchador y espero que estas tres semanas me dejen en paz para preparar el campeonato de España y a luchar, luchar y luchar. Si no acaba esto tengo a mis abogados", manifestó.
Echó en falta más diálogo con los presidentes Alejandro Blanco y Miguel Cardenal. "A ellos les he respetado, nunca les he dicho nada fuera de lugar y ellos han insistido. Me gustaría verlos, cara a cara, porque están diciendo muchas cosas a la prensa. Somos personas adultas, aquí estoy, nos sentamos los tres y hablamos", dijo.
A su juicio, desde el primer día, cuando fue a declarar a la Federación Española quiso hablar con el CSD porque no tenía "nada que esconder". "Pero ellos no me han querido recibir. ¿Qué culpa tengo yo? Voy a Madrid porque me da la gana, porque quiero aclarar las cosas y sólo me recibe la Federación española. Y dicen que estoy fuera del equipo, que no quieren que vaya por no manchar la imagen. Por Dios. Tengo 28 años y las cosas se pueden hablar", indicó.
Ahora, cuando parece haber acabado dice que no sabe si pedirá daños y perjuicios, sólo quiere que le dejen tranquilo. "Quiero es que se acabe ya, que me dejen en paz. Creo que ya está. La gente que me apoya sabe que no estoy bajo sospecha. El resto que piense lo que le de la gana. A Sebastián Martos (su sustituto, sin Juegos) le escribí dos mensajes, que sentía mucho su situación. No me parecía nada bien cómo le han tratado. Es una gran 'putada'. Lo siento por él, pero yo tengo que luchar por lo mío. Me lo había ganado en la pista, tenía que luchar", señaló.
Antes de marcharse hacia las entrañas del Estadio, Mullera lanzó otro dardo hacia la política antidopaje española. "Creo que las cosas en España con el dopaje no se han llevado bien desde el principio. Han querido llegar aquí y decir mira cómo luchamos contra el dopaje. No estoy acusado de dopaje. Nunca he necesitado nada porque he llegado bien al Mundial de Berlín, al Europeo de Barcelona y al Mundial de Corea. No creo que fuera necesario acudir a un plan de dopaje para llegar a los Juegos", afirmó.
Y Mullera, que dijo haber sido bien recibido por sus compañeros en la Villa Olímpica, se marchó camino del control antidopaje, pues dijo que el sorteo le había señalado. "Tengo control, pero me da igual. Si quieren que mee aquí, meo aquí", dijo el catalán, que quiere quedarse con el resto del equipo de atletismo hasta el 8 de agosto, si, dijo, quieren que se vaya mañana mismo del Parque Olímpico por el que, recordó, tanto luchó por llegar.