Nos pasamos gran parte de nuestro tiempo hablando , entre contares y presumires Hay quien en el más difícil todavía ejerce su deporte favorito de ensalzarse , halagarse y dar la paliza a todo el que rodea parlamentando, bueno más bien monologando y jactándose todo lo que tienen para ocultar y sus graves carencias afectivas.
A veces lo de hacerse notar resulta no solo pesado y ridículo sino patético. Hablamos demasiado lo que no deja de resultar contraproducente y nos exponemos innecesariamente a las críticas, entre el autoelogio y la imagen de una persona que aunque no lo pretenda provoca una idea de frivolidad.
Resulta entre trágico y cómico observar a los falsos intelectuales que solo hablan en particular de lo mucho que desconocen en general , es decir , que presumen de lo que saben para evitar avergonzarse de lo mucho que ignoran. O aquellos otros que se vanaglorian a todas horas del día de tener un cuerpo precioso e ir a la última moda, pero carecen de una relación estable o están en pareja con alguien que realmente no quieren.
Cuando el contar de cada cual se convierte en un constante presumir, nos terminamos no solo cansándonos de tanta arrogancia y prepotencia sino provocando rechazos. En demasiadas ocasiones “dan el pego” porque parecen felices y poseedoras de muchas cosas que a los demás les gustaría tener.
Nuestras vidas están llenas de sueños rotos e ilusiones frustradas. Con sensatez y confianza hacemos frente a los obstáculos, superamos las carcomas destructivas que nos salen al paso, aunque siempre puede haber una sorpresa a la vuelta de la esquina debemos continuar el sendero que hemos iniciado.
Por norma no debemos dejar que las cosas ocurran solas y de forma inesperada sino que hemos de tener un papel activo de intentar influenciar en los acontecimientos y aprovechar la magia de cada momento, continuando hacia adelante sin mirar atrás.
Debemos ponernos las pilas y dentro de nuestro papel de provisionalidad, no empeñarnos en lo que pudo ser y no fue. Por muchas dificultades que nos presente la vida, no debemos olvidar que hay paisajes que destilan historia y cultura y otros que por mucho patrimonio que atesoren, no nos dicen nada.
Queremos ser felices y en el fondo sabemos que nos lo merecemos, aunque nos cueste horrores conseguirlo en el presente o imaginarlo en el futuro. Aprendemos con los años a elegir lo que nos satisface y no nos provoca sufrimientos.
Entre excusas y dilaciones, charlatanes incansables., pequeñas ideas, simples consignas y grandes palabras, lo que recordamos, pensamos y decimos, desvíos y desconsideraciones, artificios y disculpas, gracias, favores y exenciones.
Casi siempre, en nuestras pretensiones y egolatrías, tenemos el sentimiento de haber tomado la decisión correcta y que los argumentos que esgrimimos son los únicosfundamentado.: Debemos ver de manera normal lo que en la realidad lo es
Momentos los hay para todos los gustos , entre componendas y cambalaches ,tenemos que seguir actuando y no hacernos demasiadas preguntas , aprovechando los periodos oportunos para retomar proyectos que habíamos dejado aparcados , desde la humildad y la generosidad.
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