La inmensa mayoría de los países europeos en los últimos años ha bajado su tasa de natalidad y ha incrementado su índice supervivencia. De tal manera que la población tiene cada vez mayor esperanza de vida. Sin ir más lejos en España, las personas mayores de 65 años, constituyen en términos cuantitativos un colectivo de 8.400.000 habitantes.
Además del enorme bagaje acumulado, y el conocimiento y la experiencia que atesoran que debe ser aprovechado por lo que representan y aportan para construir el futuro desde el presente. Ahora que estamos en la recta final de las Elecciones Generales todos los partidos hacen referencia y se acuerdan de ellos y ellas.
Van y vienen y visitan y hacen actos, comidas y meriendas con pensionistas y en los llamados Centros de Día para ver si pescan sus votos. Hay que reconocer que a lo largo y ancho de nuestra historia democrática de los últimos cuarenta años, los grandes avances con este importante sector de la población han venido de la mano de los socialistas.
Esto dicho así puede parecer un ejercicio de propaganda electoral, por lo que prefiero argumentarlo con actuaciones concretas. Y voy a destacar cuatro grandes acontecimientos que ni los más recalcitrantes populares y populistas podrán negar.
Los socialistas fueron , con el gobierno de Felipe González , al que tanto atacan los representantes de los programas políticos editado en catálogos de muebles, los que pusieron en marcha un modelo universal de pensiones , mediante un Sistema Público que ha constituido un potente instrumento de redistribución y solidaridad entre generaciones.
Tampoco nadie puede discutir que un ministro del primer gobierno socialista asesinado por ETA, Ernest Lluch a quien tuve el orgullo y la oportunidad de conocer personalmente, puso en marcha uno los pilares del Estado del Bienestar en España, el Sistema Nacional de Salud, que adquiere un valor especial en los controles indispensables para añadir vida a los años.
Sería necio negar que el PSOE creo el Sistema Público de Servicios Sociales, y en esto no les escribo de oídas sino que puedo hacerlo en primera persona, por formar parte de esos soñadores que lo pusieron en marcha, y recorriendo pueblos y contactando con los ayuntamientos contamos con la complicidad de sus alcaldes y concejales.
Y nadie puede obviar que los socialistas en la época del denostado Zapatero aprobaron la Ley de Autonomía Personal y de Atención a las personas en situación de Dependencia, con servicios y prestaciones que contribuyen al mantenimiento de la vitalidad, el respeto y la dignidad de la gente.
A lo largo y ancho de las últimas décadas, los socialistas han impulsado órganos de participación y representación de las personas mayores y han desarrollado planes y programas que han sido claves a lo largo de la vida y el envejecimiento activo.
En estos últimos años las personas mayores han pasado de ser el colectivo más considerado y reconocido a sufrir retrocesos en pensiones; introducción de copagos y limitaciones en el acceso de medicamentos, duros recortes en prestaciones por dependencia y el deterioro en servicios y programas de dependencia.
Con el gobierno del PP, en los últimos tiempos, todas las políticas dirigidas y orientadas a la mejora de rentas y bienestar de las personas mayores han sufrido un severo quebranto. El próximo 26 de Junio los españoles tienen la palabra y estoy seguro sabrán libremente valorar con sentido común y perspectiva histórica.