El conileño Ángelo Durán, de nueve años de edad, se ha convertido en las últimas semanas en una de las personas más populares de la localidad. Y es que, su intervención cantándole a la Virgen del Carmen en la recogida de la procesión el pasado 16 de julio, ha sido una de las escenas más comentadas entre los vecinos de nuestro pueblo y con más repercusión en las redes sociales.
Me hubiese gustado decir por el micrófono que mi sevillana se la dedicaba a él, pero no me pareció adecuado"Acompañado de su madre, Inma (I), Ángelo (Á) ha tenido palabras para Viva Conil, en la que esperamos que sea su primera entrevista de muchas.
¿Cómo te sentiste cuando estabas cantándole a la Virgen?
–Á: Muy tranquilo. Estaba más nerviosa mi madre que yo.
¿Cómo te preparaste?
–Á: Mercedes Durán, mi profesora de canto, me dio clases con el guitarrista. Me dieron la letra, me gustó y decidí cantarla. El presidente de la asociación del barrio de los pescadores, Diego Tirado, fue el que se puso en contacto con mi madre para que yo cantara.
¿Eres devoto de la Virgen del Carmen?
–Á: Sí. Me gusta mucho porque mi abuelo era marinero, al igual que el resto de la familia de parte de mi madre.
¿Te acordabas de alguien cuando estabas cantando?
–Á: Cuando estaba cantándole a la Virgen del Carmen, me acordaba de mi abuelo porque él se crió en el barrio de los pescadores. Me hubiese gustado decir por el micrófono que mi sevillana se la dedicaba a él, pero no me parecía el lugar ni el momento adecuado.
-I: Cuando él empezó a cantar, la primera canción que cantaba era la del abuelo, de María Carrasco.
Cantarle a la Virgen del Carmen ha sido un primer contacto con el ámbito cofrade de nuestro pueblo. ¿Te ves en un futuro cantando alguna saeta en Semana Santa?
–Á: Sí.
¿Desde qué edad estás cantando?
–Á: Desde los tres años. Cuando era más pequeño, cogía los botes de crema de mi madre, me iba al descansillo de la escalera y los utilizaba de micrófono. Allí echaba ‘horas muertas’ y me entretenía. Muchas veces me pongo a cantar en la casa de mi abuela, que vive en un bajo, y cuando me doy cuenta veo a mucha gente mirando en la puerta para escucharme.
-I: Las vecinas de la calle lo escuchaban y me decían que tenía que ser artista. El otro día estaba cantando allí ensayando con el guitarrista para esta cita con el Carmen y una mujer lo escuchó y me preguntó dónde iba a cantar para ir a verlo.
¿Recibes clases de canto?
–Á: Desde hace un curso estoy recibiendo clases de canto para perfeccionar la voz. De todos los alumnos que tiene mi maestra de canto, soy el único que canta flamenco.
¿De quién crees que te viene esta afición de cantar?
–Á: De mi padre. Él no canta profesionalmente, pero en casa canta y lo hace muy bien. Además en el coche de mi padre es donde más canciones aprendo, porque él me pone música y al día siguiente ya me las sé.
De la música, ¿Qué palo es el que más te gusta cantar?
–Á: El flamenco, pero más concretamente las sevillanas.
¿Has probado a presentarte en algún concurso de televisión?
–Á: No, pero me gustaría.
-I: Entrar en un concurso de televisión sería lo ideal para darse a conocer, ya no solo en el pueblo, sino en otros sitios. A ver si puede conseguirlo.
¿Dónde has cantado?
–Á: He cantado en la Chanca, en ferias… casi siempre en Conil. Antes de la pandemia, con seis años, canté en la verbena del Colorado.
-I: El otro día en un establecimiento de la localidad, estaba actuando la Peñita del Compás y lo vieron y le ofrecieron cantar allí. Con el que más se sube a cantar es con el Cañejo. Su maestra ahora tiene organizado un bolo en la casa de la Cultura, en el que estará cantando.
¿A qué aspiras en la música?
–Á: El artista que tengo como referente es Camarón. Mi sueño sería ser un cantante famoso en todo el mundo.
-I: Él no es nada tímido y eso juega mucho a su favor para conseguir lo que quiere. Cualquier cantante que se sube a un escenario tiene miedo y respeto, pero a él se le ve siempre muy seguro. Cuando cantó el día del Carmen, a pesar del tiempo de espera y de ser tan tarde, se mostró con una tranquilidad admirable para ser un niño de esa edad.