Carlos Martínez, entrenador del Chipiona CF, ha hecho un balance de la temporada del equipo blanquiazul después de la finalización del campeonato en el grupo gaditano de Segunda Andaluza, donde se quedó a las puertas del ascenso. “Nos hemos quedado a cinco puestos del ascenso”, comenta Martínez. El objetivo no era otro que mantener la categoría, pero el equipo comenzó a desarrollar un fútbol que aspiraba a más. Yo creo que, si el campeonato hubiera durado tres semanas más, tendríamos serias posibilidades de estar entre los cuatro primeros”.
La temporada del Chipiona CF transcurrió por una línea ascendente. Y es que, pese a que en la primera vuelta del campeonato el equipo se acercó con peligro a los puestos de descenso, la contratación de Carlos Martínez de cara al inicio del segundo tramo llegó acompañada de un crecimiento que impulsó a asentarse en la parte alta de la tabla, e, incluso a soñar con el ascenso. “Cogimos el equipo el 26 de diciembre, justo en el parón de Navidades. Me llamaron y cuando vi el problema que había, acepté. Llamé a Jordi, el preparador físico, y decidimos coger las riendas del equipo. Fue un acuerdo bastante rápido”, recuerda Carlos Martínez. “Nos encontramos un equipo bastante tocado, pero había una base como para no estar ahí abajo. Lo único que les hacía falta es que creyeran y demostraran a la gente que valían para la categoría, e incluso para algo más”.
El crecimiento exponencial que experimentó el Chipiona CF en la tabla clasificatoria respondió a un trabajo exhaustivo para superar muchas complicaciones. Carlos Martínez, acompañado por Jordi, decidió ampliar al principio los días de entrenamiento a cuatro por semana, especialmente para intentar pulir la falta alarmante de gol que pudiera revertir los pobres números cosechados como local. No obstante, la losa más pesada de superar fue la que provocó el fallecimiento inesperado de Paco Naval a principios del mes de abril. “Costó muchísimo trabajo superarlo. Hubo tres o cuatro semanas en las que no teníamos manera de volver al trabajo como lo estábamos haciendo. Llegamos incluso a pedir ayuda psicológica, pero al final no hizo falta porque el equipo tiró de coraje, de garra y de compromiso”, explica Carlos Martínez. “Los partidos que hemos sacado hacia adelante han sido gracias a él, que donde esté nos ha dado el empujoncito. Le hemos dedicado cada logro. Ojalá que esté orgulloso de nosotros”.
Carlos Martínez también habló del futuro próximo del Chipiona CF, equipo que asevera que “está en una etapa bastante buena de fútbol base. Está apostando por entrenadores titulados, que eso antes no existía. Creo que se está trabajando muy bien aquí. Hay un grupo de jugadores jóvenes que dentro de pocos años van a dar una alegría si el club los mantiene”. Mientras busca la espera vuelta a Primera Andaluza dos años después, el Chipiona CF continúa mirando hacia localidades vecinas como Rota, Sanlúcar de Barrameda o El Puerto de Santa María, en las que la tradición del fútbol les ha llevado a implantar un modelo con equipos en categorías superiores que pretenden seguir en Chipiona. “El club aspira a más, no solo a un ascenso a Primera Andaluza”, afirma Carlos Martínez. “Por la localidad y la afición, el Chipiona CF debe aspirar a estar mucho más arriba de lo que está ahora mismo. Creo que a medio plazo va ir ascendiendo y va tomar un nombre futbolístico en la provincia”.
