El Museo de Chiclana ha recibido la donación del libro ‘El Anarquismo en Chiclana. Diego Rodríguez Barbosa’, que es la edición japonesa de la obra de José Luis Gutiérrez Molina, obra publicada por primera vez en la Biblioteca de temas chiclaneros, de la Delegación de Cultura del Ayuntamiento de la ciudad. Esta edición, que data de 2005, ha sido entregada hoy formalmente al Museo, concretamente a la delegada de Cultura, Susana Rivas, por dos nietos de Rodríguez Barbosa, Eugenio y María del Carmen Morano Rodríguez, en representación de la familia del ilustre chiclanero, Diego Rodríguez Barbosa.
Durante el acto, Susana Rivas ha agradecido esta donación, “que es una obra bibliográfica que narra la historia de un luchador por la defensa de los derechos de los trabajadores de aquella época en Chiclana (principios del siglo XX), como fue Diego Rodríguez Barbosa. Precisamente por esa defensa y esa reivindicación tuvo un final trágico, en una época muy triste en España”. “Nos es muy grato contar en el Museo con esta obra, que relata parte de la historia de Chiclana y de una persona que dedicó su vida a luchar por los demás”, ha señalado.
Por su parte, Eugenio Morano Rodríguez ha explicado que “este libro habla de mi abuelo y de muchos de sus compañeros de la CNT, que lucharon por los derechos de los trabajadores del campo, de la mar y de las salinas, entre otros. Nuestro mayor deseo es saber dónde está enterrado mi abuelo, porque ni mi abuela, ni sus hijos, ni sus nietos sabemos dónde está la fosa común en la que fue enterrado, junto al resto de sus compañeros”.
Hay que destacar que fue voluntad del Museo de Chiclana dar presencia en su discurso a dos personajes fundamentales de principios del XX, implicados ambos en la defensa de los más débiles, concretados aquí en los trabajadores del campo, especialmente en los que se dedicaron al cultivo de la vid. Se trata del padre Salado y de Diego Rodríguez Barbosa, dos perfiles diferentes unidos en el común empeño por la dignificación de los humildes y desde la común convicción de la misma dignidad compartida por todos los seres humanos.
Esta presencia de Salado y Rodríguez Barbosa en el hilo discursivo de la exposición permanente del Museo requería, aparte la mención expresa de ellos, la presencia de piezas relacionadas con ellos en los espacios expositivos, en este caso en la sala seis, dedicada al siglo pasado. Se muestran ya en las vitrinas de dichas salas tres obras literarias de Diego Rodríguez Barbosa, hombre cultivado y esforzado autodidacta que llegó a publicar en vida varias novelas con un talento para las letras que supo poner al servicio de la noble causa que defendió hasta su muerte, nada ajena ésta a su lucha pertinaz y más que pertinente.