"De la visita del ministro del interior, Juan Ignacio Zoido, poco sabemos la oposición más que lo que está saliendo en la prensa, aunque parece ser que la intención de este responsable del gobierno era visitar nuestra ciudad y pasearse por la bahía para reivindicar la soberanía del Peñón.
No deja de sorprendernos el PP en su campaña propagandística en nuestra comarca, pero teniendo en cuenta que el propio alcalde ha sido ninguneado por su socio de gobierno, tampoco nos extraña demasiado que el resto de la corporación no hayamos tenido más datos sobre tan repentina visita.
Juan Franco ha reconocido a los medios de comunicación que no tenía ni idea de esta visita ni de su suspensión debido al incendio de Moguer. Por lo visto el alcalde de La Línea es tan importante para el gobierno de España como un grano de arena en un desierto, a pesar de que el motivo de su llegada era también el de supervisar las últimas decisiones en materia de seguridad y lucha contra el narcotráfico.
Lo del paseo en lancha por la bahía del ministro es harina de otro costal, porque nunca un ministro español ha realizado maniobra tan burda y sensacionalista para abordar una cuestión tan delicada e influyente en la vida de la comarca del Campo de Gibraltar. Si consideramos la situación de incertidumbre que se vive en la actualidad a causa del Brexit, actuaciones como esta solo pueden añadir complicaciones y tensión al asunto. Parece que a Mariano Rajoy solo se le ocurren fantasmadas de este tipo para demostrar lo poco que le importamos los linenses y los trabajadores españoles en Gibraltar.
Nada de medidas extraordinarias para nuestra ciudad, nada reconocimiento de nuestra singularidad, eso solo para Rota, por aquello de que con los americanos es mejor llevarse bien, como hizo su antecesor Aznar, y despejarles el entorno de conflictos sociales y laborales. Pero en La Línea se dan por satisfechos con mandar unos refuerzos policiales por un tiempo y luego vuelta a la normalidad, y al olvido, claro está.
Esperemos que el alcalde aprenda la lección y exija una respuesta más seria y responsable del Gobierno ante los problemas que nos asedian en esta ciudad y que el reconocimiento de una singularidad indiscutible se traduzca en medidas concretas y eficaces para sacar a La Línea del pozo en que se encuentra."