El 1º de Mayo es el Día Internacional de la clase trabajadora, un día de lucha de la clase social a la pertenecemos el 99% de la población, un día para sentirnos de la misma clase social, para confluir todas las personas, ya seamos empleadas, desempleadas, jóvenes, pensionistas, migrantes, estudiantes, desahuciadas, excluidas, despojadas… El 1º de Mayo un día para reivindicar en las calles la defensa de la nueva sociedad que creemos, basada en la libertad y la justicia social.
Este 1º de Mayo es el quinto consecutivo que vivimos tras el estallido de esta crisis del sistema capitalista provocada conscientemente por el poder, por políticos corruptos, por los ricos y especuladores dueños de la banca, de la gran patronal, de las multinacionales.
Nos han conducido a una situación de emergencia social. Han creado seis millones de parados, han rebajado los salarios, nos niegan el derecho al trabajo, a un convenio colectivo, recortan los gastos sociales, privatizan la sanidad, la educación, reducen la protección social, nos hacen pagar una deuda ilegítima, privatizan las grandes empresas, los servicios públicos, rebajan las pensiones, todos los derechos los convierten en negocios… y todo ello gracias a una clase política inmoral, corrupta, que solo recibe ordenes de la Troika (BCE-UE-FMI) y abandona su obligación de servir al pueblo, generando un sistema político que niega la verdadera participación democrática a ese pueblo.
La perversidad de este ataque ideológico y estratégico no tiene limites. Hemos de ser nosotras y nosotros, quienes demos las soluciones desde la autogestión, poniendo en marcha proyectos y acciones que paren la agresión y que nos conduzcan a una nueva sociedad que de prioridad a las necesidades de las personas frente a los mercados económicos y financieros.
Desde la CGT decimos que no podemos seguir resignados ante el drama del paro y proponemos la ocupación de las empresas que cierren siendo las y los trabajadores quienes las gestionemos y recibamos la financiación y asesoramiento público que ahora se destina para cerrarlas.
Frente al paro proponemos repartir el trabajo, reduciendo la jornada laboral, proponemos adelantar la edad de jubilación, para poder trabajar todas y todos.
Proponemos repartir la riqueza a través de una reforma fiscal que acabe con el fraude, los paraísos fiscales, las exenciones de impuestos a las grandes fortunas y empresas y que sean los ricos quienes paguen más, para que la sanidad, la educación, la protección social sean públicas y universales, para todas y todos.
No podemos seguir resignados, ante un sistema político y social impuesto por el capitalismo que consigue llevarnos a situaciones de hambre, violencia, desesperación, a la destrucción de la vida en el planeta.
Desde la CGT proponemos luchar, ocupar las calles, los espacios públicos, proponemos una movilización permanente contra el sistema, negarnos a colaborar con él, proponemos convocatorias de huelgas sectoriales y generales para que la población sea la verdadera protagonista de la nueva sociedad que queremos, una sociedad de reparto, de igualdad y justicia. Una sociedad autogestionaria, antipatriarcal, ecologista, no racista ni xenófoba… libertaria.