Nos faltaba un volcán

Publicado: 22/09/2021
Autor

Miguel Ángel Ruiz Anillo

Miguel Ángel Ruiz Anillo es asesor jurídico y colaborador social en diferentes proyectos con una dilatada experiencia

Desde el Baluarte

Desde el Baluarte el autor pasa revista a la actualidad social vista desde su construcción más justa

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Para colmo de lo que nos estaba sucediendo a los españoles ha venido en estos días la gota que colmó el vaso: la erupción del volcán en las Islas Canarias.
Para colmo de lo que nos estaba sucediendo a los españoles ha venido en estos días la gota que colmó el vaso: la erupción del volcán en las Islas Canarias. Una situación de tal magnitud y gravedad que afectará de una forma considerable la vida de los ciudadanos y de la propia isla.

Impactan las imágenes de la madre naturaleza arrastrando todo lo que se encuentra en su camino y destruyendo casas. Por cierto, creo en el rigor periodístico y en la necesidad de información sobre hechos como estos pero, ¿no creen que son demasiadas imágenes de casas destruidas por la lava?, ¿nadie piensa que esas imágenes provocan un al shock a los vecinos que han perdido todo?

Miren, no se trata solo de los económico, también está lo sentimental, están los recuerdos que en esas casas había, están los colegios de esos niños que pueden ver esas imágenes angustiados sin saber qué pasará en el futuro.

Lo dicho, me parece un auténtico exceso de información con unos despliegues televisivos sin precedentes. Se puede informar sin tener que herir ciertas sensibilidades.

Al menos esa es mi opinión.

Y lo que no me parece adecuado es una doble actitud. Por un lado la de los “negacionistas” del volcán. ¿Se puede ser más imbécil que negar lo que la naturaleza hace por su propia dinámica? Miren, un volcán estalla por cuestiones geológicas, no veo a nadie haciendo explosiones en el centro de la tierra para tapar el escándalo de la factura eléctrica. Esta barbaridad se ha llegado a decir en las redes sociales.

Tampoco es positivo que quien tiene que dar solución a los afectados diga sandeces tales como que hay que aprovechar esto para que sea un atractivo turístico. La Ministra rectificó a tiempo y eso es loable pero yo le pediría un mayor rigor a la hora de hacer declaraciones. No se trata de un cualquier, es toda un altísimo cargo de nuestro Gobierno y, por tanto, se debería tener un especial cuidado a la hora de no herir sensibilidades con tales majaderías.

Los ciudadanos afectados no se merecen esto. Necesitan soluciones. Es verdad que al menos hasta ahora en este caso ha habido coordinación entre las distintas Administraciones Públicas con competencia en la materia y en los equipos de trabajo que lo están dando todo para minimizar los daños.

Los afectados y estos trabajadores esenciales se merecen todo nuestro respecto y apoyo.

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