Por fin llegó el día esperado. La actualidad de la Bahía ha girado hoy en torno al segundo puente. Desde muy temprano decenas de furgones de Policía Nacional y Guardia Civil se colocaban a ambos lados de la orilla de la grandiosa infraestructura para preparar el dispositivo de seguridad necesario para la inauguración del puente. Mucha expectación por un acto que finalmente quedó prácticamente en nada. Si la cara es el espejo del alma, alegría fue lo último que hubo en este acontecimiento.
A las 11, una hora antes del inicio del acto, los autobuses que transportaban a prensa e invitados llegaban a lo más alto de La Pepa para ser testigos de los primeros compases de este día histórico. El alcalde de Cádiz, José María González, fue de los primeros en llegar, junto al autor de la infraestructura, el ingenerio Javier Manterola y el director de la obra, Fernando Pedraza. A ellos le siguieron la presidenta de Diputación, Irene García; el portavoz del PSOE en el Ayuntamiento, Fran González; el portavoz de Ciudadanos, Juan Manuel Pérez Dorao y el portavoz del PP, Ignacio Romaní; el rector de la Universidad de Cádiz (UCA), Eduardo González Mazo; el subedelegado del Gobierno, Javier de Torre; la delegada provincial de Fomento y Vivienda, Gemma Araujo; el delegado del Gobierno en Cádiz, Fernando López Gil y el consejero de la Presidencia, Manuel Jiménez Barrios, entre otros. Por último, llegaron los peces gordos, la ministra de Fomento, Ana Pastor (que llegó en el coche acompañada por la exalcaldesa de Cádiz, Teófila Martínez); la presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz; el presidente del grupo ACS (al que pertenece Dragados, la empresa encargada de ejecutar la obra), Florentino Pérez y por último, el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy.
Lo que estaba llamado a ser una fiesta, o un motivo de alegría, resultó ser un acontecimiento frío, demasiado solemne, ni una sonrisa en las caras de los políticos, a excepción de Teófila Martínez que parecía afanarse en contagiar una alegría que nadie sentía o que nadie quería mostrar, ¿por miedo a ser criticado quizá? Cualquiera diría que se trataba de una inauguración.
Un acto demasiado interno que no tuvo ninguna repercusión externa. Lo más emocionante tal vez fue ver el primer coche circular por este puente ya de una manera oficial, abierto al tráfico.
Antes de inaugurar el puente, el director de la obra, Fernando Pedraza, explicó las curiosidades de esta faraónica infraestructura, realizando apuntes que dejó atónitos a los presentes para, a continuación, realizar un paseo en autobús a lo largo del puente.
Una vez finalizado el recorrido, se procedió a destapar el monolito con el nombre de la infraestructura, con el que quedaba inaugurada. Los encargados de descubrirlo fueron el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy; la presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz y la ministra de Fomento, Ana Pastor.