El mundo produce comida suficiente para alimentar a sus casi 7.000 millones de habitantes, pero cada día 1.000 millones de hombres.
El mundo produce comida suficiente para alimentar a sus casi 7.000 millones de habitantes, pero cada día 1.000 millones de hombres, mujeres y niños se van a la cama con hambre, según la Federación Internacional de la Cruz Roja (FICR).
La FICR presentó ayer su informe sobre Desastres Mundiales, que analiza las causas del hambre y localiza este problema especialmente en zonas rurales del África subsahariana y en la región de Asia Pacífico, aunque crece el número de hambrientos en las ciudades.
El documento advierte de que los países ricos tampoco escapan al hambre y de que “es improbable” que se alcance el primero de los Objetivos de Desarrollo del Milenio de la ONU: reducir a la mitad el número de personas que pasan hambre y viven en la extrema pobreza.
La Cruz Roja destaca el desequilibrio que existe en el mundo, donde conviven 1.000 millones de personas en una situación crónica de malnutrición y 1.500 millones de personas sobrealimentadas.
Los niños figuran entre los principales afectados por esta deficiente distribución de los recursos, con 9 millones de fallecimientos anuales antes de alcanzar los 5 años de edad.
Hoy en día, 178 millones de niños en la franja de edad de entre 0 y 5 años sufren problemas de crecimiento por una deficiente alimentación, un problema que se origina en el seno materno originando la mitad de las muertes de niños menores de 2 años.
El informe afirma que las causas del hambre y la desnutrición “son complejas” e incluyen desde la falta de inversión agrícola, al cambio climático, pasando por la volatilidad de los precios de los combustibles y la especulación con las materias primas.
La FICR insta a los Gobiernos a desarrollar planes de acción para hacer frente a este grave problema y a sustituir el esquema de ayuda alimentaria por el de transferencias de capital para potenciar la creación de empleos y la generación de ingresos.
La prioridad debe ser la población más vulnerable, es decir, los menores de 5 años y las mujeres embarazadas.