Estas son algunas de las conclusiones del informe Envejecer en movimiento, realizado por el Real Automóvil Club de Cataluña (RACC) en colaboración con el Centro de Estudios Demográficos (CED) de la Universidad Autónoma de Barcelona con el objetivo de analizar la movilidad de este grupo de personas, que va en aumento en paralelo con la esperanza de vida.
Se trata, por tanto, de un colectivo cada vez más importante en las calles, pero también en las carreteras: en 2030, según el informe, habrá 6,1 millones de conductores mayores en España (cuatro millones hombres y 2,1 mujeres) frente a los 2,9 que tenemos actualmente (2,4 hombres y 0,5 mujeres).
Dadas estas cifras, el RACC, según ha señalado el director de su Fundación, reclama a las distintas administraciones que tengan a este colectivo en su agenda y que proyecten medidas a largo plazo.
Pero lo que más preocupa en estos momentos es la siniestralidad de los mayores como peatones, aunque desde el año 2000 el número de fallecidos y heridos graves por este motivo se ha reducido en un 35 por ciento (de los 1.394 de ese año a los 917 de 2009).
Cada vez los mayores tienen menos accidentes por infracciones que han cometido ellos, pero el RACC advierte de que ese descenso se ha “estancado”.
Se ha ralentizado esa tendencia de descenso en algunos tipos de infracciones, según el investigador del CED Amand Blanes, con lo que “todavía queda un margen de actuación” sobre este grupo de personas.
También lo hay para los conductores porque el 70 por ciento de los accidentes que sufren los peatones mayores de 65 años no son responsabilidad de una infracción que han cometido ellos.
Insisten los representantes del RACC, la importancia de concienciar a los conductores de la especial fragilidad de este colectivo, que es el que más se mueve por la calle.
El 75% de las personas mayores de 65 años se desplaza a menudo andando, dos tercios afirma pasear una media de cinco días a la semana, pero además un 11% dedica unas dos horas al día a cuidar a niños.