El Gran Teatro Falla siempre dicta sentencia en febrero porque es el pueblo el que habla y canta sin filtros, sin cortapisas, sin intermediarios ni interpretaciones interesadas o partidistas. Y en este concurso oficial de agrupaciones del Carnaval de Cádiz han abundado las letras críticas con la situación de la sanidad pública andaluza por parte de coros, comparsas, chirigotas y cuartetos. De todas ellas, resulta reseñable el pasodoble de la chirigota de José Guerrero Roldán ‘El Yuyu’ que con constantes golpes de humor y exageraciones hiperbólicas ha dibujado la dura realidad que sufren los ciudadanos andaluces que esperan una operación o una consulta en la atención primaria:
“A mi niño de 3 años he decidido apuntarlo en una lista de espera…para que cuando cumpla 80 tenga cama asegurada si se parte la cadera. Es que no vea lo que tardan para una simple consulta o cualquier operación… yo tengo 57 y me ha llamado el pediatra para la prueba del talón. Ayer fue mi abuelo al banco, y como está en una lista para operarse de un dedo, ¿viene usted pahacer un ingreso? No vengo a eso, pero si hay cama me queo.Y a mi abuela la han citado después de catorce años para mañana a las 3, y le he dicho a la que avisa: es que a las 2 es la misa y creo que no va a volver.A mi primo Sebastián lo metieron en la lista, lleva diez años el chaval para operarse de la vista… cuando su turno llegó porque el hombre no veía, lo ha examinado el doctor y le ha dado un perro guía. Y para que te voy a contar lo de mi cuñada Tere, lleva desde el 2002 esperando a que le operen porque tenía ahí abajo una pequeña almorrana y ahora tiene una anaconda de la selva colombiana.Pero a nuestros gobernantes no parece importarles na de na, los que se van o se quedan, que pa ver una cama libre, en vez de ir a un hospital te tienes que ir al Ikea”.
Esta letra no es la excepción. El concurso de éste y los últimos años está lleno de referencias a la pérdida asistencial de la sanidad andaluza. Bien haría San Telmo en escuchar los tangos, pasodobles, cuplés y popurrí que le incumben y, de paso, a las miles de personas que se están manifestando en algunas provincias en las últimas semanas.
