El científico Juan José Badiola ha aventurado que “la gripe A aún no ha dicho su última palabra” porque, si se comporta como otras pandemias anteriores, la “segunda oleada” causará efectos “más patógenos o virulentos” que la primera.
Badiola, reputado patólogo con amplia experiencia en gripe aviar y gripe A, ha hecho estas declaraciones en una entrevista con Efe, cuando se cumple un año del estallido de la pandemia, que se ha cobrado la vida de 300 personas en España, mientras que 4.000 fueron gravemente afectadas y 1.000 pasaron por la UCI.
El director del Centro Nacional de Referencia de Encefalopatías y Enfermedades Emergentes ha señalado que tanto en la gripe “española” (1918), como en la “Asiática” (1957) y en la de “Hong Kong” (1968) se produjo una segunda propagación del virus con efectos mucho más nocivos que la primera.
Aunque la afectación inicial ha sido leve, ha recordado que el virus se propagó con “extraordinaria celeridad” y con la peculiaridad de provocar casos severos de rápida evolución a la insuficiencia respiratoria grave en gente joven, obesos y embarazadas.
“Sabemos lo que ha pasado hasta ahora, pero yo soy de los que pienso que el virus de la gripe A no ha dicho su última palabra, es probable que haya un rebrote en los próximos meses”, ha reiterado el también presidente del Colegio de Veterinarios de España.
Los virus pandémicos alcanzan un máximo de prevalencia en la población, después se produce un declive, entran en una fase de silencio epidemiológico, “pero están latentes -ha matizado- y vuelven a reaparecer y a producir problemas en la población”.
“Es difícil saber cuándo, pero preveo que será en torno al otoño”, ha advertido el experto, quien ha puntualizado que coincidirá con el virus de la estacional, con otros como el B, pero los “casos mayoritarios” serán otra vez de gripe A.
No obstante, ha confesado que todo lo relacionado con esta infección es “imprevisible” porque estos virus “son la quintaesencia de la mutación y de la recombinación” y, en este periodo, “puede haber un intercambio de genes con virus gripe humana e, incluso, con algunos otros de origen animal”.
Badiola ha esgrimido que las autoridades sanitarias tienen que estar “preparadas y muy atentas” a esa segunda pandemia, para ver qué efectos tiene en la población.
La próxima vacuna para la gripe en el hemisferio norte, cuya temporada se inicia a partir de septiembre, protegerá frente a la gripe pandémica, la gripe B -la común- y el virus H3N2 -una variante de la gripe aviar-.
El científico ha comentado que no cree que los seis millones de vacunas con los que cuenta España puedan ser reutilizadas el próximo año, al estar en forma de dosis, aunque ha negado que eso se pueda interpretar como “un derroche” en medicamentos.
Si el virus hubiera sido más dañino, ha proseguido, la población habría pedido “responsabilidades” a las autoridades sanitarias que, ante lo desconocido, han obrado con carácter preventivo.
El profesor ha subrayado que la crisis ha servido para mejorar los sistemas de producción de las vacunas, con una mayor inversión en investigación para hacerlas “más seguras y eficaces”, sobre una enfermedad anual que nunca falla, como es la gripe, y que produce muchas muertes cada año en todo el mundo.
“En España se ha logrado algo muy importante, y es que vamos a tener una fábrica de vacunas para la gripe”, ha argüido en relación a la planta que se instalará en el Parque Tecnológico de Ciencias de la Salud de Granada.
Badiola, autor de numerosos artículos de investigación en el campo de la Patología Animal, cree que las previsiones de vacunación que se hicieron eran “razonables” porque la mejor manera de prevenir una enfermedad infecciosa es la inmunización.
A su juicio, sólo se han vacunado tres millones de personas de las diez previstas porque “la gente vio que la gripe no era tan grave como se percibió en un principio” y, también, porque “muchos médicos no la recomendaron y eso creó dudas”.