Durante una audiencia pública organizada por la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa bajo el título La gestión de la pandemia H1N1: ¿hace falta más transparencia?, Fukuda apoyó el cambio de definición de pandemia, realizado el año pasado, después de varios informes elaborados por los expertos desde 1999.
Además, aseguró que los niños que han fallecido por ella son más numerosos que los muertos por la gripe estacional.
“La cifra de los niños que han muerto por la gripe A es tres veces mayor que la de los que han fallecido por gripe estacional”, precisó el alto responsable de la OMS.
Ante las críticas sobre las relaciones de la OMS y la industria farmacéutica, Fukuda señaló que la organización “colabora” con los expertos, los países y la industria con el fin de tener “la mejor guía”.
Aunque reconoció que para la OMS es una “preocupación” que puedan existir “conflictos de intereses” entre sus expertos, añadió que la organización “nunca ha descubierto algo ilegal”. Además consideró compatible que un experto sea independiente y reciba fondos de la industria para sus investigaciones.
Fukuda contó con el apoyo del miembro del grupo de fabricantes europeos de vacunas Luc Hessel, quien señaló que por primera vez en la historia las vacunas “existían poco después de declararse la pandemia”, gracias a la “rapidez” y el “esfuerzo” de la industria y a la experiencia en la investigación.
Hessel, que cifró en 38 millones los europeos que se han vacunado, negó que las vacunas contra la pandemia de la gripe A no hayan sido suficientemente testadas y cifró la inversión realizada en los últimos 10 años por los laboratorios en su actividad industrial: 4.000 millones de dólares.
El parlamentario y médico alemán Wolfang Wodarg criticó duramente los argumentos de Fukuda y Hessel. Así lo hizo en referencia al cambio de definición de pandemia, que provoca que las comparaciones de los virus se hagan con instrumentos diferentes, lo que supone una “falta de imparcialidad”.
Wodarg también se refirió a la “presión muy fuerte que ha ejercido la OMS” sobre los gobiernos, a la hora de realizar campañas con fondos públicos y comprar millones de vacunas, en ocasiones, con “contratos secretos”.
Wodarg quiso comparar los efectos de la gripe A con los 25.000 niños que mueren de hambre cada día.
Por su parte, el director del Centro de colaboración de la OMS para las epidemias en el Instituto de Epidemiología de la Universidad de Münster, Ulrich Keil, aseguró que el virus H1N1 ya existía hace 40 años y que los soldados estadounidenses volvieron de Vietnam con la gripe porcina asiática, que era la misma que la gripe A.
Fukuda rebatió esa afirmación de Keil, al asegurar que el virus N1H1 “no se había visto antes” y tiene genes de la gripe porcina, aviar y humana.