Guardar cinco minutos de silencio para protestar contra la violencia de género en este país no bastarán para frenar los alarmantes datos; sin embargo, las mujeres de Arcos saben que poco a poco se va conquistando el territorio de la igualdad, aunque en ello les vaya la vida. Un grupo de ellas, convocadas por la Delegación municipal de Igualdad, llevaron a cabo ese simbólico parón en sus quehaceres diarios para, en silencio, reivindicar el cese de la violencia. La cita se justificaba el pasado martes con la inminente celebración del Día Internacional de la Mujer y, claro está, había mucha reflexión por medio.
La responsable municipal de Igualdad, Juana Valle, no demandaba cualquier cosa: “igualdad de verdad”, de la que no queda en las palabras y en los papeles, a pesar de que las mujeres portaron una pequeña pancarta en la que se podía leer: “La igualdad debe ser una realidad: hechos, no palabras”. Así se refería a la desigualdad salarial, al reparto de las tareas en el seno de la familia, a la paridad en los cargos de responsabilidad política y empresarial, etc. La delegada cargó tintas contra el Gobierno central en manos del PP, al que acusó de no articular las medidas suficientes para acabar con la violencia de género: “Esto es horroroso, no hay un día sin noticias de un caso de violencia de género”.
Ya lo advertía hace poco el colegio de abogados de Cádiz: sólo en Arcos se ha duplicado el número de procedimientos por esta causa, y todo a la espera de que la Delegación dé a conocer los datos del último año que, desde luego, no serán positivos. Valle considera que las órdenes de alejamiento no están surtiendo efecto entre las víctimas y que, por tanto, es preciso reforzar los medios contra este tipo de violencia. Además, ponía el acento en la pérdida de derechos que, para la delegada, es una realidad del día a día para miles de mujeres. En la misma dirección, y como ejemplo de lo vivido en la Delegación de Igualdad, desde la Asociación de Mujeres Las Palomas, su presidenta, Paqui Abujas, reivindicaba una reflexión en voz alta en recuerdo de las víctimas de violencia, al tiempo de ensayar, precisamente, una obra de narración que llevan estos días mujeres de Algar, Bornos y Junta de los Ríos.