Si bien en el último pleno celebrado se aprobó la cesión del edificio actual centro de ocio infantil en Jédula a la Mancomunidad de la Sierra para su conversión en escuela infantil, según ha denunciado esta semana el grupo opositor Ai-Pro, se está produciendo una grave situación de incertidumbre entre las familias de la barriada; en primer lugar porque durante la noche del pasado martes se habría comunicado desde el Ayuntamiento a los monitores de este centro la finalización de su contrato; una medida que según Ai-Pro se ha producido de golpe y porrazo y sin avisar a los afectados como había sido el compromiso personal del propio alcalde en el Pleno, según explica el concejal Leopoldo Pérez.
El grupo opositor también ha señalado que en la barriada no se conoce con precisión el proyecto planteado para la creación de una escuela infantil y que se temen a la desaparición de un servicio necesario hasta la fecha. Pérez asegura haber recibido llamadas de las madres de alumnos preocupadas por la situación y que no entiende cómo el Ayuntamiento ha gestionado este asunto, “provocando una situación de nervios entre los padres de alumnos y los monitores, porque no se ha cumplido lo prometido sobre el traspaso, que tendría que ser lo menos traumático posible”. Además, el concejal de Ai-Pro asegura que los posibles cambios de monitores hasta tanto el servicio no sea gestionado por Mancomunidad solo podrían acarrear problemas a los niños, que a esas edades sufrirían especialmente los cambios de educadores. “En definitiva, las cosas no se han hecho bien las cosas. Estamos preocupados con la situación y haremos un seguimiento”, concluía Leopoldo Pérez.
Como respuesta a estas denuncias, el alcalde de Arcos, el socialista Isidoro Gambín, ha pedido tranquilidad a la comunidad educativa de Jédula porque los pasos dados -ha explicado- son para regularizar una situación hasta ahora ilegal a todas luces, ya que el centro de ocio infantil vendría funcionando al margen de la Ley, siendo un servicio creado en el anterior mandato por el entonces equipo de Gobierno del PP y Ai-Pro.
Gambín entiende que las críticas y el presunto alarmismo creado por Ai-Pro están fuera de lugar porque se trata, recalca el alcalde, de normalizar y regularizar una situación que afecta a decenas de niños de Jédula. De hecho, el Ayuntamiento tendría alrededor de 35 denuncias y reclamaciones por las irregularidades del actual centro de ocio infantil por competencia desleal, que el propio Ayuntamiento cuantifica en más de 75.000 euros. “Ante esta situación, tenemos que imponer la legalidad”, concluía Isidoro Gambín.
