Desde el pasado domingo y hasta el próximo sábado, el santuario diocesano de El Romeral está acogiendo la décimo sexta edición del campamento de monaguillos organizado por la Diócesis Asidonia-Jerez; una actividad que coordina desde sus inicios el joven sacerdote de 28 años Antonio Luis Sánchez, nacido en Arcos y desde el pasado 21 de junio nuevo párroco de Madre de Dios en Jerez.
Con esta actividad, la Diócesis no sólo pretende que los monaguillos, niños y jóvenes de distintos municipios de la provincia, convivan en armonía y en contacto con la naturaleza, sino que además afiancen en muchos casos sus vocaciones religiosas, ya que más de un monaguillo acaba sirviendo a Dios como sacerdote.
La organización del campamento ha previsto varias actividades, que dan inicio diariamente con un rezó en señal de gracias a Dios por un nuevo día. El lunes, sin ir más lejos, organizaban una visita a la parroquia de San Francisco, donde los casi noventa jóvenes participantes en el campamento fueron atendidos por el hermano de las Tres Caídas Antonio Arias, que se brindó e explicar a los chicos las distintas cofradías que existen en el templo, sus elementos más característicos y la importante actividad que irradia la parroquia dirigida por el veterano sacerdote Manuel Rodríguez Salas.
La expedición llegó a la parroquia subida en el tren turístico de la empresa Valenzuela, para continuar su periplo ya con las monjas y ancianos del asilo de La Caridad, en el Barrio Bajo.
Después, hubo almuerzo de convivencia en la ermita de El Romeral, donde el calor golpeaba de forma especial.
También compartirán estos días otras actividades lúdicas como visita a la piscina y a otros lugares de interés entre los que figura el conjunto monumental.
Si bien se había previsto inicialmente la visita del obispo diocesano, José Mazuelos, a este campamento, finalmente se podría frustrar debido al viaje que monseñor lleva a cabo al parecer a Sudamérica estos días. No obstante, seguro que alicientes y motivaciones no les han faltado a estos chavales que altruistamente dedican parte de su tiempo libre a servir a Dios y a sus parroquias como monaguillos.
Durante el encuentro hubo ocasión de recordar al sacerdote Manuel Lozano, que fue el precursor de esta actividad, inicialmente con un reducido grupo de niños, la mayoría de Arcos, que con el tiempo se hizo más grande y con jóvenes de otras localidades. Y es que la ermita de El Romeral siempre se ha prestado a este tipo de encuentros; si no, que pregunten a los grupos de boys scouts que han empleado sus instalaciones para acampar y, en definitiva, convivir durante unos días en un lugar que se presta a la reflexión, al lado de la naturaleza y de la Casa de Dios.