Hermana mayor por partida doble

Publicado: 01/03/2013
Nieves Macías Reyes es la nueva hermana mayor del Rocío
Después de una grata experiencia como secretaria de la hermandad, desde el pasado miércoles Nieves Macías Reyes es la nueva hermana mayor de la corporación rociera arcense. Lo que empezó como una afición fruto de una vocación, se ha convertido definitivamente en una responsabilidad que en ningún momento Nieves elude.


Un viaje a la aldea rociera en Almonte fue determinante para que esta mujer se quedara prendada de la Virgen del Rocío. La acompañaban unos familiares y su amigo Faustino de la Villa, es decir, quien ha sido hasta hace unos días el hermano mayor rociero. De ello hace unos veinte años, ocasión en la que descubrió el Camino de los Llanos y la propia morada de la Virgen. Pero si hubo un hecho que la conmovió especialmente fue el ver a su padre Antonio, fallecido hace unos meses, llorando de emoción tras haber visto a la Virgen. Así, Nieves decidió regresar a Almonte aprovechando unas pequeñas vacaciones en el trabajo. Sus palabras lo resumen todo: “Miras a la Virgen y te enganchas”.


El anterior secretario de la hermandad dejó el cargo hace unos dos años, recibiendo Nieves la propuesta para esta responsabilidad de manos de Faustino de la Villa. Sin embargo, no tenía los cinco años mínimos de experiencia que se requería, por lo que tuvo que salvar en este sentido algún trámite con el Obispado.


Entre papeles de la hermandad, gestiones administrativas, consultas y trabajo a golpe de ratón ha transcurrido un periodo en la vida de Nieves y de su hermandad. No obstante, la larga enfermedad de su padre le privó de asistir a muchos actos, que ya hubiera querido, pero el deber la llamaba para las atenciones familiares. Aun así, Nieves dio el paso para ser hermana mayor, y curiosamente alentada por su padre, que le comentaba que “de los cobardes nunca se ha escrito nada”.


Sus sentimientos hacia su amigo Faustino son muy fuertes; en primer lugar de agradecimiento por los años en que se ha implicado en la hermandad como secretario y luego como hermano mayor, y, en segundo, por la amistad que les une desde que el profesor de la Salle llegara a Arcos en los años ochenta.  “Deja el cargo de hermano mayor, pero sé que seguirá ahí, al lado de su hermandad”.


Aunque la corporación rociera arcense es una auténtica institución, Nieves sabe que tendrá que seguir luchando por su consolidación, pues, como ella misma dice, la hermandad es aún muy joven. Otros proyectos podrían ser incrementar la vida social dentro de la casa hermandad, implicar aún más a los hermanos, si cabe, y trabajar con la juventud a pesar de que muchos de los jóvenes estudien fuera. La obra caritativa seguirá siendo, como no podía ser de otro modo, un pilar de su proyecto. La recogida de juguetes para los niños, de alimentos, etc. es su razón de ser en este sentido, para lo cual la hermandad trabaja codo con codo con Cáritas de San Francisco. “En la medida de lo posible, siempre se ha ayudado a quien lo ha pedido y necesitado”.
La militancia cofrade de Nieves Macías va más allá de la hermandad rociera, pues también pertenece a las Tres Caídas, a la de Nuestro de Padre Jesús Nazareno y, llamándose Nieves, a la de la patrona de Arcos. Cuando nació, sus padres la inscribieron en la hermandad de las Nieves, que era “lo típico”, explica.


Su amistad con Juan de Dios Vázquez, compañero de trabajo en la firma Maínez, la llevó a la hermandad nazarena, aunque su madre, Trinidad, también ha sido hermana del Nazareno de toda la vida. Su ligazón con las Tres Caídas era normal porque Nieves, viviendo en la calle Hoya, ha sido vecina de la parroquia y testigo directo de sus procesiones cofrades.


Nieves nació en Romero Gago, pero a corta edad se trasladó a la calle Hoya para acompañar y vivir junto a sus tías Charo y Nieves, y por supuesto junto a Papá María, que era su abuelo José María, conocido en Arcos como José María el de Los Amarillos. Su primer colegio fue Las Salesianas, en la calle Corredera. Cuando el centro cerró marchó a Alfonso X El Sabio, ya que su padre era director de la desaparecida Caja de Ahorros de Jerez del Barrio Bajo. Más tarde pasó al colegio La Salle, donde realizó la FP 2 de la época, en su rama de administrativo. Con tan sólo 18 años tuvo la suerte de empezar a trabajar con la familia Maínez, a la que considera como la suya propia, algo normal porque ha compartido con ella más de veinte años de su vida.


Mujer sencilla, se considera persona de escasas aficiones. Salir a dar un paseo con los amigos, la vida de su hermandad, la familia y su pisito en Barbate -le encanta la playa- colman su vida particular junto a su trabajo como administrativo.


De Nieves podríamos contar muchas cosas más, pero debido a su edad y a las experiencias que le quedan por vivir en esta vida, seguro que esta entrevista no es más que una anécdota y no la estampa social definitiva que en ocasiones pretendemos. Sólo desearle mucha suerte en su ejercicio cristiano y en las nuevas expectativas que el destino le ha deparado.

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