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"La sociedad ha entendido que el tatuaje es un arte que expresa sentimientos"

Isidro Garay es un gaditano afincado en Arcos, donde encontró un potencial para trabajar como tatuador profesional

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  • Isidro Garay trabaja en su gabinete de la calle Los Alcaldes de Arcos. -

POR MIGUEL ÁNGEL RINCÓN

El gaditano Isidro Garay Sánchez, Isi para los amigos, decidió un buen día cambiar el mar por la sierra y se vino a vivir a Arcos. Nuestro entrevistado ha conseguido algo tan complicado como hacer de su pasión, el tatuaje, su modo de vida (ya lo dijo Confucio: “elige un trabajo que te guste y no tendrás que trabajar ni un día de tu vida”).

Este entrevistador ha probado varias veces en piel propia las agujas de Isidro, y puedo afirmar que han sido buenas experiencias. Sentir el dolor punzante de la aguja, ver cómo se va inyectando la tinta en ese lienzo que es la piel; observar cómo, poco a poco, se va completando el dibujo elegido, es un ritual que nos traslada a épocas pasadas, desde los guerreros maoríes hasta las tribus indígenas americanas. Aunque nos podríamos ir mucho más atrás en el tiempo, pues los tatuajes hunden sus raíces en la prehistoria. Se han encontrado restos humanos con marcas en la piel que datan de hace más de 5.000 años. Efectivamente, el mundo del tatuaje ha evolucionado mucho, pero no es algo nuevo.

A continuación les mostramos este breve resumen de la conversación que mantuvimos con nuestro protagonista.

Naciste en la Tacita de Plata, concretamente en el barrio de La Viña. En 2013 te trasladas a Arcos de la Frontera para comenzar a tatuar en un pequeño gabinete dentro de una céntrica academia, ¿por qué decides venirte a la Sierra?

Pues terminé de casualidad en Arcos, un amigo me puso en contacto con alguien que necesitaba taparse un tatuaje antiguo y al llegar pude comprobar que era un sitio con un gran potencial, un sitio con bastantes habitantes y con una gran localización geográfica. Al principio iba y venía, pero en pocas semanas tenía una demanda tan grande que decidí instalarme aquí rápidamente.

En 2018 abriste tu actual estudio “The Posion Studio”, en la calle de Los Alcaldes, 13. ¿Qué servicios ofreces, además del de tatuar?

Además de tatuajes, tenemos también servicio de piercing, y en ese mismo año decidí junto a mi mujer crear una marca de ropa de estilo urbano y complementos, que llamamos Malacalma, la podéis encontrar tanto físicamente en el propio estudio como en las redes sociales con el mismo nombre.

A pesar de su creciente popularidad (sobre todo entre la juventud), el mundo del tatuaje aún conlleva prejuicios para una parte de la sociedad. Hay quien asocia los tatuajes con la delincuencia y el lumpen, incluso hace unos años la editorial La Felguera publicó “Criminal. Ángeles bellos, bárbaros tatuados El tatuaje en España (1888-1993)”, un ensayo que habla de aquellos tiempos en los que los tatuajes estaban reservados a presidiarios, marineros, legionarios y gente del malvivir. Esto, con los años, ha cambiado completamente, convirtiéndose en todo un arte, ¿verdad?

Completamente cierto, con los años la sociedad ha entendido que el tatuaje es un arte y que sirve para expresar todo tipo de pensamientos, sentimientos o situaciones. A España la cultura del tatuaje se puede decir que ha llegado algo tarde, pero afortunadamente cada día que pasa está más aceptado entre la sociedad y cada vez es más común ver a gente muy tatuada y de todas las clases sociales, demostrando que no tiene nada que ver con esa "mala vida".

Los tatuajes no solo adornan y embellecen la piel, sino que también cuentan historias, simbolizan creencias y reflejan identidades. Se podría decir que para muchas personas significa una filosofía de vida. ¿Cuál ha sido el tatuaje más extraño que te han pedido hacer?

Bueno, pues en estos 17 años me he encontrado absolutamente de todo, no podría decirte cual ha sido el más extraño ya que ha habido varios, desde un código QR, algunos logos de bebidas alcohólicas, un pene vestido de Superman, etc.

Dentro del arte del tatuaje existen varios estilos, ¿con cual te sientes más cómodo?

Actualmente hay una tendencia grande a tatuarse realismo y es algo con lo que me siento cómodo (dentro del realismo me gusta mucho hacer personajes de terror), también me gusta mucho el Old School y el estilo oriental, que son los primeros estilos que trabajé, y por la técnica que se usa en estos últimos creo que son de los estilos más duraderos y que mejor conservan la calidad en la piel. Aunque hago todos los estilos, neo tradicional, new School, fine line, dotwork, blacwork, geométricos, trash polka, etc.

¿Qué es lo peor de hacerse un tatuaje y qué es lo mejor, según tu experiencia profesional?

Creo que lo peor de hacerse un tatuaje, al menos en mi caso, es la curación. Cuando te haces una pieza grande o en un sitio del cuerpo con mucho roce los primeros días es algo molesto. Y lo mejor de hacerse el tattoo , o de hacer un tattoo, es que en muchos de los casos puedes ver las caras de los clientes satisfechos viendo que por fin llevan grabado eso que querían expresar o recordar, y que es tan importante para ellos/as.

Además de en Arcos, ¿dónde más has tatuado?

Pues empecé en Cádiz capital, he ido a otros estudios como invitado y he visitado otros países donde sobre todo no dejas de aprender de otros artistas y de nutrirte de otras culturas: Ámsterdam, Andorra, Granada, Huelva, Chiclana y Sanlúcar son algunos de ellos.

En 2019 diseñaste el cartel anunciador del Carnaval de Prado del Rey. Tatuajes y Carnaval, ¿tus dos grandes pasiones?

Sí, definitivamente son mis dos pasiones y a las que dedico más tiempo, el tatuaje se terminó por convertir en mi medio de vida, y el carnaval es donde puedo evadirme un poco y disfrutar con los amigos, lo consumo todo el año, no solo en febrero; como se dice en Cádiz, soy un gran "jartible".

Un placer haber podido plantearte estas preguntas para el periódico de Arcos. Muchas gracias.

 

 

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