La Basílica Menor de Santa María de la Asunción ha estrenado un espacio propio reservado a salvaguardar las cenizas de los seres queridos de los feligreses y de la población en general que así lo desee. Los primeros columbarios se ubican, así pues, “en un lugar privilegiado y reconfortante que ayuda a recordar y a honrar la memoria de nuestro ser querido, y a mantener los fuertes vínculos emocionales y espirituales”.

Este servicio ofrece la posibilidad de custodiar las cenizas en el columbario, que descansarán en un lugar digno, cercano y más cómodo para que los familiares puedan honrar su memoria. Además, este servicio incorpora la gestión de la exhumación de los restos del difunto y su posterior incineración, trasladando sus cenizas al columbario para seguir conservando el recuerdo del ser querido.

El obispo de la Diócesis Asidonia-Jerez, José Rico, ha bendecido el conjunto de columbarios en presencia de feligreses, cofrades y gente de iglesia, cumpliendo así un compromiso con la ciudad y la parroquia que tuvo que posponer hace unas semanas. Monseñor dejó constancia ante el público de la evolución de las formas de enterramiento a lo largo del cristianismo, desde la necrópolis hasta como la conocemos hoy día, pero tal vez su mensaje más importante no fue la muerte, sino la vida aun hablando de columbarios, la vida como símbolo del cristianismo.