La Red Sevilla por el Clima e IU han pedido una tarjeta única de transporte para Sevilla capital y su área metropolitana que agrupe los viajes en tren de cercanías, metro, tranvía y autobús urbano y metropolitano. Según ambas formaciones, la tarjeta única incentivaría un mayor uso del transporte público y así se contribuiría a reducir la congestión del tráfico y a conseguir una más eficaz movilidad y una mejora del aire y del clima. Es una exigencia elemental y demostrativa del incongruente sistema de movilidad existente en contraste con el de grandes urbes europeas, donde desde hace años existe una sola autoridad o empresa para el transporte público y un solo billete o tarjeta multimodal de transporte que facilita de forma automática el uso de cualquier medio o el tránsito de uno a otro.
Sin embargo, en Sevilla, Tussam va por un lado y los municipios de su alfoz y la Junta van por otro. El tranvía y los autobuses urbanos dependen de la primera y el Metro y los autobuses interurbanos, de los segundos, un duopolio de difícil comprensión para los turistas aunque nosotros estemos habituados a esta ilógica duplicidad. Los colegios profesionales reclamaron una autoridad única metropolitana para las infraestructuras, un reto que se antoja hercúleo cuando ni siquiera se ha podido implantar una tarjeta única que sirva para moverse sin cambiar de compañía por la capital y su corona.