Jornadas en Encinasola sobre La Contienda y su Futuro

Durante siglos, el territorio conocido como La Contienda entre Portugal y España ha sido considerado tierra de nadie. Fue en el siglo XIX cuando finalmente lograron repartirse en tres partes esta vasta zona. Aroche y Encinasola se repartieron la parte española y Moura, en Portugal se quedó con la parte que se encontraba en la frontera lusa.
Esto ocurría en 1894 y parece en principio muy simple, pero se trata de un tema tremendamente complejo y que ha sido objeto de numeroso estudios y, por supuesto, de aprovechamientos de distinta naturaleza por parte de los municipios responsables.
Precisamente con el objetivo de profundizar más en lo que significa La Contienda, en su presente y en su futuro, el ayuntamiento de Encinasola, conjuntamente con la asociación Memoria e Historia de la Sierra han previsto una jornada centrada en la historia de esta zona y en su aspecto geográfico, dos ponencias impartidas por Antonio Rodríguez “Chamizo” y Manuel Fructos respectivamente.
Modesto Hierro, alcalde de esta localidad fronteriza, anunció que esta jornada se desarrollará el próximo 25 de julio a partir de las 7 de la tarde en el Salón Social, o más conocido como Bar de los Viejos.
Esta jornada abordará en una primera parte la historia de este entorno y sus usos tradicionales,mientras que en la segunda ponencia se tratará de explicar los usos actuales y las potencialidades futuras de una zona que se encuentra actualmente en un régimen de explotación de baja intensidad. “De ahí que veamos en estos territorios un importante polo de crecimiento económico con la agricultura, la ganadería, el senderismo, etc,...”, señaló el alcalde.
A partir de una idea sobre nuevos usos de La Contienda de forma racionalizada y diversificada, que se aprobó en un pleno a través de una moción apoyada por unanimidad, se planteó primero la necesidad de crear unas jornadas anuales en donde se pudiera comprender este territorio desde todos los puntos de vista, por eso este primer encuentro aproximará a los asistentes a su pasado, para comprender sus implicaciones en el presente y sus proyectos en el futuro.
Su nombre, Jornada Cultural sobre La Contienda de Encinasola.
Por tanto, “partiendo de una base histórica de usos, costumbres, nos acercaremos hasta la actualidad, y para ello, la cartografía de la Contienda es muy importante”, señaló Modesto Hierro.
Lo primero es darlo a conocer y posteriormente poner en práctica esa distribución razonable en zonas más pequeñas en cuanto a las hectáreas, para que ganaderos jóvenes puedan acceder a su uso.
Y es que los usos tradicionales en lotes de La Contienda chocan frontalmente con un precepto legal del 2006 de ámbito sanitario deja bien claro que las explotaciones ganaderas no se pueden mezclar por un motivo de seguridad de sanidad animal.
Por este motivo nace la ley, por la cual las explotaciones ganaderas deben estar perfectamente limitadas, cerradas y absolutamente aparte unas de otras.
Partiendo del cumplimiento de esta ley, ya se están poniendo manos a la obra desde la corporación municipal.
De hecho, el primer edil anunció que “ya se está produciendo alguna distribución cerrada de grandes dimensiones, aunque se buscarán otro tipo de cerramientos más pequeños, para que puedan acceder ganaderos jóvenes”.
Quizá lo más urgente es regular el aprovechamiento agrícola y ganadero de la zona, pero la intención es diversificar las actividades.
“Tenemos la idea de en que nuestra Contienda exista una instalación de energía renovable”, anunció el alcalde, que añade que “no debemos olvidar que contamos con las dos ESES necesarias, el sol y el suelo, por lo que aquí también tendría su sitio”.
Por su parte, la asociación Memoria e Historia de la Sierra, que preside Antonio Rodríguez “Chamizo” viene trabajando de forma oficiosa desde hace un tiempo en temas como el de este encuentro y ya podemos decir que es oficial desde hace algunas semanas.
Esta entidad, a través sus miembros está aportando también bastantes cuestiones relativas a este tema. Precisamente su presidente, que desde hace ya muchos a los investiga el pasado de la sierra y más concretamente estos territorios, destacó que “es preciso que la gente tome conciencia de este espacio a través de jornadas anuales como ésta”.

La Contienda, tierra de nadie
Este espacio nos retrotrae muchos siglos atrás, hacia los siglos XIII al XV, con la polémica de las guerras entre España y Portugal, a lo que le siguió la independencia portuguesa.
“En todo este proceso, queda un espacio indiviso hasta el siglo XIX”, explica Antonio “Chamizo”.
En un principio aquellas tierras pertenecían a dos espacios políticos y administrativos. Uno era Moura, en Portugal y otro, Aroche.
Con el paso de los años, los ganaderos de Encinasola fueron introduciendo su ganado en estas tierras y adquiriendo derechos como usufructuarios del mismo, de tal suerte que cada que se reunían los plenipotenciarios de los dos países surgía siempre la misma cuestión. Portugal decía que esta zona se dividía en dos, una para ellos y otra para España, mientras que ésta decía que eran tres partes, dos para España, en Aroche y Encinasola, y una tercera para Portugal.
Así pasan los siglos hasta que el XIX la cuestión se resuelve, tal y como se conoce actualmente.
A partir de entonces se regula el uso y disfrute de la zona , con unos reglamentos muy estrictos sobre el tipo de ganado que entra, no se podía sembrar, se regulan también la colocación de colmenas, entre otros temas.
Se traza la frontera actual, pero como es un terreno que se regula en el siglo XIX, en un principio es comunal.
En la parte de Aroche se crearon para ello sindicatos que gestionaban el usufructo de esa tierra, se hacían llamar con el tiempo La Comunal.
Tanto esta localidad como Encinasola, cogían los beneficios de los arriendos de los vecinos y se repartían de forma equitativa según el número de personas que vivían en una casa.
Durante la II República se plantea que el reparto sea general en Aroche, con lo que surgieron la fábrica de harina y la energía de luz.
En los años setenta se inscriben en el registro de Aracena estas zonas como propiedad de ambos ayuntamientos, el de Aroche y el de Encinasola. Su explotación es diferente.
En Encinasola, aún se continúa manteniendo el aprovechamiento más tradicional, con los lotes tradicionales.

Los lotes de La Contienda
Una vez que las fincas pasaron a ser propiedad municipal, las dividen en lotes, y en función de la cantidad de terreno de cada lote y de su calidad, así valen.
Antiguamente se pujaba por los lotes, coincidiendo con el inicio del año agrícola y, dicho sea de paso, con la feria de la localidad, que todavía mantiene esta costumbre, la puja de los lotes.
Para ello, un alguacil del ayuntamiento se sube al balcón de la casa consistorial y en voz alta inicia la puja refiriéndose al objeto de esa subasta en concreto.
Así, llegan al máximo y se lo queda quien presenta la puja más alta. Y así se lleva a cabo de forma sucesiva cada uno de los lotes.
“El problema ahora en Encinasola es que los lotes son figuras que están marcadas en el plano de La Contienda, pero no están alambrados individualmente, algo que en un principio cuando se sembraba no pasaba nada, pero cuando entra la normativa europea más estricta, comienza a plantearse que esto debe cambiar”, señala Antonio “Chamizo”.
El ayuntamiento, aprovechando esta jornada del próximo 25 de julio, quiere hacer llegar a los vecinos una introducción histórica y después, se pretende pulsar la opinión del pueblo, para que sepan cuál es la postura del ayuntamiento y conozcan ideas nuevas sobe el uso y gestión de una finca, que es propiedad del ayuntamiento, pero es comunal.
Las dos ponencias que componen el contenido de esta jornada se titulan “Paisaje y Vías de Comunicación”, que pretende acercar cómo se articula este entorno. Esta conferencia correrá a cargo de Manuel Fructos, miembro también de la Asociación Memoria e Historia de la Sierra. Por otro lado, el propio Antonio “Chamizo”, presentará una charla sobre “Uso y Gestión de La Contienda, los lotes”. En esta disertación se abordará cómo se fue configurando esta figura y cómo ha ido cambiando. De cara al año próximo, la idea es que se aborden nuevas cuestiones, teniendo esta zona como eje central.
La parte de La Contienda que pertenece a Encinasola comprende aproximadamente unas 3.340 hectáreas, mientras que Aroche cuenta con 3.600, así como otro tanto para Moura,todas ellas con zonas más llanas y otras más quebradas.
A toda ellas se les debe dar un uso. De hecho, uno de los aprovechamientos más significativos en la zona es el cinegético.
En esta zona ya existen algunos proyectos, como la rehabilitación del antiguo cuartel de carabineros, que se conoce como la caseta de Flores, y que se encuentra próximo a la frontera con Barrancos. Allí se está creando una especie de centro de interpretación, dedicado al turismo.
Por otro lado, de forma conjunta también con los historiadores de la comarca, se plantea la posibilidad de reintroducir las viñas en este entorno.
Se trata de un proyecto en el que se encuentran inmiscuidas las localidades de Encinasola y Barrancos, en Portugal y la Junta de Andalucía . Este proyecto pretende profundizar sobre especies autóctonas, que se encuentran en peligro de extinción. Estos son algunos de los proyectos que tiene en mente el ayuntamiento de Encinasola y que pretenden poner en valor esta zona. En esta materia precisamente, la asociación Memoria e historia de la Sierra está ayudando bastante, de la mano de Manuel Fructos, como especialista en enología, entre otros, y el propio Antonio “Chamizo”, cuyo trabajo se basa en la búsqueda de documentación histórica como la existencia siglos atrás de estas viñas en esta zona, ver dónde estaban los lagares, las viñas, etc,... De esta manera, si se demuestra históricamente que en ese lugar existió realmente plantaciones de viñedos, no se tienen que pagar los derechos de plantación, ya que la Junta cuenta con un reservorio de estos derechos, que se ceden para casos en los que se demuestra esta vinculación histórica.
De hecho, entre los lotes que se pujan, existe uno cuya toponimia es Las Viñas, precisamente.
En este sentido, “Chamizo” afirma que “hemos encontrado un documento muy curioso en el que se pone de manifiesto que Encinasola produce una serie de arrobas de vino, bastante considerables, pero su consumo era tan grande, que se veían obligados a traer existencias de fuera”.
Desde la organización de esta jornada se ha querido hace especial hincapié en la importancia de esta jornada, ya que se ha invitado también a las personas mayores, que, al fin y al cabo son los que conocieron la zona de La Contienda en toda su máxima repercusión social, tras la guerra civil, por lo que podrán aportar una visión muy interesante de todo lo que implicó.
El primer edil quiso invitar a todos los interesados en conocer de primera mano el uso inmediato que a esta zona se le quiere dar a que acudan a esta cita con la historia, con el pasado, el presente y el futuro de La Contienda de Encinasola.