Poner de relevancia el papel de la mujer en la alta cocina y homenajear a quienes desde sus hogares de un modo callado realizan la labor de preparar las comidas, han sido dos de los objetivos del menú ‘los sabores de la igualdad’, que ha sido servido en la Escuela de Hostelería y Turismo Fernando Quiñones de la Diputación, dentro de la programación preparada por el área de Igualdad y Bienestar Social con motivo del 8 de marzo. Las diputadas responsables de esta materia, Isabel Armario e Isabel María Moya han asistido a este almuerzo que se ha servido a responsables de más de una veintena de representantes de asociaciones de mujeres o colectivos significados en su labor en defensa de la igualdad entre sexos.
Esta comida se plantea también como un homenaje a labor de estos colectivos por los avances que han logrado las mujeres en materia de Igualdad, dentro del carácter reivindicativo que lleva aparejado el 8 de Marzo, Día Internacional de las Mujeres.
Isabel Armario ha explicado que la igualdad debe aplicarse de manera transversal en todos los campos de la sociedad, y la hostelería y la cocina en un momento de gran auge y publicidad en medios de comunicación, también ha de integrarse en esta tendencia para la construcción de una sociedad más justa. En el caso de la cocina, muchos de los logros de grandes chefs actuales se basan en la tradición de recetas de mujeres, en los guisos de las abuelas y los fogones de las casas. Una labor de siglos que, sin embargo, cuando la cocina se convierte en un arte o una profesión de prestigio, depara que la mayoría de los cocineros de renombre son masculinos.
Cada vez hay más mujeres que triunfan entre fogones, pero en su gran mayoría siguen teniendo un protagonismo muy inferior al del hombre, un comportamiento asimétrico que ha querido ser denunciado y combatido con este menú basado en recetas de cocineras de reconocido prestigio. De este modo se han degustado creaciones de Carmen Ruscalleda, Silvia Colloca, María José San Román, Susi Díaz, Elena Arzak, Samantha Vallejo-Nágera o María Selyanina