Lola Romero expone en el Museo Vázquez Díaz de Nerva ‘Entre azules, verdes y blancos’. La exposición está formada por una selección de obras de distintas temáticas, con claro predominio del paisaje rural de la Sierra de Huelva, donde nació la autora y donde vive hoy en día. Sin embargo, según ha indicado en un comunicado la dirección del museo nervense, hay un espacio muy importante reservado a la figura humana, un espacio más intimo y personal dónde fluyen sensibilidades distintas.
“Sin definirme en ninguna tendencia artística -afirma la autora en el comunicado- claramente me siento más cómoda en la corriente figurativa, pero con introducción de nuevos recursos estéticos que marcan las nuevas tendencias, tales como planos más abiertos, síntesis del color, etc”.
“Ciertamente mi lugar de residencia -prosigue- marca y condiciona fuertemente mi obra desde los inicios de mi carrera. Hay tres elementos distintivos que definen mi trabajo: el color, el dibujo y la composición”.
Así empezamos con el color (al que hace referencia con el título de esta exposición), con predomino de blancos, azules, verdes y carmines o naranjas que rompen y salpican el frio de las fachadas encaladas. El dibujo minucioso que enmarca calles, cuestas, tejados y paredes desvencijadas por el paso del tiempo y la humedad del frio invierno; y por último la composición del cuadro, que intenta que el espectador se adentre en el paisaje y sea participe de él.
Paralelamente al paisaje van los trabajos sobre la figura humana, siendo ésta un medio de expresión muy importante para ella desde sus comienzos pictóricos. Aunque menos conocido, no menos importante ya que es justamente mediante la figura dónde se expresan sentimientos varios, vivencias personales o simplemente la belleza de lo cotidiano.
PAISAJES DE LA CUENCA
La cercanía profesional, familiar y de amistad, que establece desde hace unos años con la Cuenca Minera y concretamente con Nerva, hace que en parte de su obra aparezca el paisaje de la zona, inundando la paleta de colores rojizos, terrosos y grises varios que indudablemente influenciarán trabajos posteriores, y que sin lugar a dudas se quedarán gravados en la retina.
Aunque haya presentado sus trabajos en más de una ocasión en la zona (Nerva, Riotinto o Zalamea), espera que esta exposición de mayor formato y variedad temática, y presentada en una sala de exposiciones como las que ofrece el Museo Vázquez Díaz, tenga buena acogida y repercusión durante el mes que estará expuesta.
