Desde ahora, el pan que se consume en España tiene menos gramos de sal por kilo de harina
El contenido de sal en el pan que se consume en España se ha reducido en más de un 25 por ciento en los últimos cinco años, pasando de 22 a 16,3 gramos por kilo de harina, con el objetivo de disminuir el riesgo de hipertensión arterial de los ciudadanos, según ha anunciado el ministro de Sanidad y Consumo, Bernat Soria. Esta medida tuvo su origen en 2005, cuando la antecesora de Soria en el cargo, Elena Salgado, acordó con la Confedración Española de Organizaciones de Panadería (CEOPAN) y la Asociación Española de Fabricantes de Masas Congeladas (ASEMAC) equiparar los niveles de sal del pan a las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Sin embargo, la reducción ha superado las expectativas iniciales y permite dar “un paso más” en favor de la salud de los ciudadanos.
El sodio de la sal es lo que provoca la hipertensión arterial, una patología que afecta a unos 10 millones de españoles y que es causa de la mitad de los infartos de miocardio y los accidentes cardiovasculares. Además, con esta reducción del sal, el pan español será de los más sosos de Europa ya que, aunque en algunos países del entorno también se están llevando a cabo planes para reducir la sal en el pan, Francia o Alemania presentan unos valores más altos de sal en el pan. En el caso de Reino Unido, los programas de reducción empezaron en 2001 y, en 2007, habían alcanzado unas cifras que oscilan entre 16-18 gramos de sal por kilo.
El objetivo es que esta iniciativa se amplíe también a otros alimentos, aseguró el ministro, aunque el hecho de que el pan sea el que más sodio aporta a la dieta diaria de los españoles --cerca del 20 por ciento--, seguido de los embutidos, invitaba a esta intervención "más urgente".