El proceso de preparción está recogido en el libro Guinnes
Los vecinos de la localidad onubense de Jabugo han certificado hoy su cita bienal con el cocido más grande del mundo, un impresionante preparado que casi ha duplicado por unas horas los 2.800 habitantes de esta localidad de la Sierra onubense.
El proceso de preparación de este impresionante cocido, que recoge el libro Guinnes, se inició semanas atrás, con las primeras reuniones de una comisión que coordina el Ayuntamiento, y que pone sobre la mesa todos los detalles de una fiesta que actualmente no tiene comparación.
Todo en este cocido es espectacular, aunque destacan sobremanera las chacinas, ya que en esta edición en la olla se depositaron dos impresionantes chorizos y morcillas de 30 metros de largo cada una.
Otros datos no le van a la zaga: se ha contado con media tonelada de garbanzos, 190 kilos de patatas, 150 de calabaza, 125 de tocino y espinazo salado y un cerdo entero de más de 240 kilos de peso.
Para preparar el cocido se han usado 2.500 kilos de leña, necesarios para calentar una olla de dos metros de diámetro y 2,15 de altura.
Ayer por la tarde tenía lugar la inauguración oficial de la fiesta, que hoy ha tenido su culminación cuando se han abierto las puertas del campo de fútbol del pueblo, ocupado totalmente tanto por la zona de "cocina", las sillas y mesas por todo el terreno de juego, y los expositores de las empresas colaboradoras.
Según ha explicado a Efe el alcalde de la localidad, José Luis Ramos, todo lo que se recaude este año irá destinado a las familias del pueblo que tengan a todos sus miembros en paro.
A falta de cerrar los datos, se espera que se haya conseguido una buena cantidad, ya que las entradas, al precio de seis euros, estaban agotadas anoche en la mayoría de los puntos del pueblo y las excursiones que llegaron al pueblo desde las once de la mañana ya tenían su pase comprado de forma previa con el fin de no quedarse en la puerta.
Rosario Navarro, una de las cocineras, explicaba con detalle un ritual, que tiene varios momentos previos, entre los que tiene un especial encanto el momento en que se echan a la olla los 500 kilos de garbanzos, y ha indicado de la degustación: "se puede repetir las veces que se quiera, lo importante es que no sobre nada".
Con todo ya en la olla, son necesarios dos remos para mover todo el preparado, una labor de más de 12 horas seguidas, que ha tenido su culminación cuando a las dos de la tarde se han comenzado a servir los primeros platos.
La idea nació hace 14 años, cuando llegó a un bar de la localidad un vecino que había cultivado una calabaza de 50 kilos de peso, y los amigos le insinuaron que sería útil para un gran cocido, hasta que se decidió llevarlo a la práctica usando para ello el coso taurino de Jabugo como escenario.
Con el paso del tiempo, el cocido se ha "profesionalizado", y supone un espaldarazo a la economía local, ya que desde anoche los bares y tiendas del pueblo estaban llenos de turistas atraídos por la fama de su cocido récord.