Se ha decidido extraer a la superficie el material eléctrico y las bombas de la EBAR de la zona
Bajo la plaza situada al final de la calle Toneleros, junto al parque del Vino Fino, se encuentra una estación de bombeo de aguas residuales que se denomina Toneleros. Esta EBAR es subterránea y todo el material eléctrico y las bombas estaban bajo la plaza, lo que hacía que tuvieran poca ventilación y que las piezas se deterioraran más con el paso del tiempo y el contacto con el material residual.
Con motivo de las obras del proyecto de telegestión de la infraestructura hidráulica que está acometiendo Apemsa, se decidió extraer el material eléctrico y las bombas de esta EBAR a la superficie realizando, a la par, una remodelación de toda la plaza que hiciera más aprovechable el espacio y eliminara los escalones existentes. Para ello, se ha construido un habitáculo detrás del kiosko de chucherías, en la propia plaza, en el que se han colocado dos puertas, una para acceder al cuadro eléctrico y otra para las propias bombas.
De esta forma se han conseguido importantes puntos: se evitará a los operarios la inseguridad e incomodidad de tener que descender por una escalerilla hasta el cuadro eléctrico del bombeo; las piezas prolongarán más su vida útil al no estar en contacto con el sulfhídrico y, además, se facilitará la labor de la telegestión, con piezas más modernas y accesibles.
Esta obra está incluida en el presupuesto del proyecto de telegestión.Además, desde Apemsa confirman que la EBAR de Toneleros es unitaria, es decir, recoge tanto las aguas pluviales, las correspondientes a la lluvia, como residuales, de la zona. Desde ahí las aguas residuales se bombean hasta la estación de bombeo ubicada en la calle Aurora, desde donde se trasladan hasta la EDAR Las Galeras, para su depuración.
Por otro lado, cabe recordar que el sistema de telegestión de la infraestructura hidráulica es un novedoso proyecto que permitirá realizar un seguimiento informático continuo del estado de las redes de saneamiento y abastecimiento de la ciudad. Dichas obras fueron adjudicadas por el consejo de administración de Apemsa del 24 de septiembre de 2009 a la empresa Isolux, por un importe de cerca de tres millones de euros. Se trata de una obra trascendental que revolucionará la forma de trabajar de Apemsa.